Las lluvias llegan en un momento clave para el campo e inciden en las siembras y resiembras. Ahora, los terrenos están inundados e incluso con maquinaria en su interior. En el caso de la soja, ya elevaron a 2,2 millones las hectáreas implantadas que están en condiciones de "regulares" a "malas", con unas 500 mil has muy comprometidas por los últimos excesos hídricos.
En la provincia de Santa Fe, la superficie inundada ronda alrededor de los 3 millones de hectáreas, según datos del Centro Regional del INTA santafesino. Los campos se encuentran hoy con más de 30 centímetros de agua, y en algunos sectores ya se descuentan pérdidas cercanas al 100%.
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, durante los últimos días se ha incrementado la proporción de área en condición de exceso hídrico, estimada ya en un 13,8% del total de la soja sembrada. Esto -advierten- está generando pérdidas en La Pampa, centro de Buenos Aires, Entre Ríos, centro norte de Santa Fe y sectores del NEA.
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El último informe de la Bolsa indica que en las regiones más norteñas, donde la ventana de siembra se extiende hasta finales de enero, hay chances de resembrar parte del área perdida si el clima lo permitiera. Pero explican que hacia el sur del área agrícola, en donde la ventana de siembra está finalizando, es probable que una buena proporción de los cuadros que no logren recuperarse queden fuera de esta campaña.
Por su parte, la Bolsa santafesina indica que los excesos hídricos, particularmente los concentrados en el departamento de 9 de Julio, centro-sur del distrito Los Saladillos, Santa Margarita, Villa Minetti, San Bernardo y centro-sur del distrito Gato Colorado, constituyeron hasta la fecha el área con mayor impacto y consecuencias directas en sus sistemas productivos que se desarrollaban en áreas rurales y también urbanas.
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Según adelantaron, con el transcurso de los días, el volumen de agua afectaría a los distritos del departamento Vera, área deprimida denominada dentro de los "bajos submeridionales" y que posteriormente cubriría el valle de inundación de la cuenca media y baja del Río Salado.
Para el Área de Economía de Coninagro, tomando de base el 13,8% de superficie afectada, que representaría unas 2,4 millones de hectáreas, el equivalente serían 6,5 millones de toneladas. De perderse, indican, restarían la facturación del sector en 2.200 millones de dólares.
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Sin embargo, entidades como Coninagro aseguran que es temprano para hacer estimaciones con impacto económico teniendo en cuenta que los pronósticos no son alentadores en cuanto al tiempo en las zonas afectadas y que hay lotes que pueden recuperarse.
Si bien todavía no hay datos oficiales sobre la magnitud de las pérdidas económicas relacionadas con las inundaciones, un informe del Banco Mundial del año 2016 menciona que a la Argentina, las inundaciones le cuestan en promedio por año un 0,34% del PBI en las zonas ribereñas, es decir, un poco más de unos 1.500 millones de dólares, sobre todo teniendo en cuenta las proyecciones macroeconómicas para este 2019.
