“Este es mi último discurso en esta tribuna como presidente de la Sociedad Rural Argentina, mi despedida. Ha sido un verdadero motivo de orgullo para mí ejercer este cargo con el que se me honrara hace ya cuatro años, me siento agradecido y emocionado de poder estar inaugurando una vez más junto a todos ustedes ésta Exposición Rural aquí en Palermo, esa gratitud y emoción le confieren un particular significado a mis palabras, son mis últimas palabras en este histórico escenario y tengo la certeza que como las pronunciadas en años anteriores no son otra cosa que la voz y el pensamiento de una gran cantidad de productores rurales argentinos. Es la voz del campo que reclama, la voz del campo que con rigurosa coherencia año tras año expuso sus análisis de las distintas coyunturas, la voz del campo que ofreció propuestas consistentes siempre con la mirada puesta en el progreso de esta Nación y el bienestar de sus habitantes. Esos análisis no fueron contemplados, esas propuestas no fueron consideradas, la voz del campo no fue escuchada. En ese sentido y con los ojos de la despedida, esos reclamos justos y en cierta forma premonitorios parecen una causa perdida”
“Dijimos en el 2009 cuando inaugurábamos la 123º Exposición Rural que el campo estaba imaginando ser el verdadero protagonista de un desafío histórico. A los que cultivaban el maltrato hacia el campo y sus productores les decíamos que el campo argentino ha dejado de ser la mansa vaca que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de las políticas equivocadas. Y el campo no fue escuchado”.
“En el 2010, ya en la exposición rural del bicentenario les pedimos desde esta tribuna a los funcionarios que averigüen como hace el campo para producir alimentos para más de 300 millones de personas. Que lo recorran y vean esa gigantesca fábrica sin techo que trabaja sin cesar, y no insistan con éstas políticas equivocadas. Dijimos entonces también que no queremos un desierto verde de soja que produzca riquezas para pocos, queremos agricultura con agricultores, trabajadores arraigados a su tierra, a su pueblo, pueblos que crezcan y se desarrollen. Y el campo no fue escuchado. Con esas políticas tuvimos la peor cosecha del siglo, no pudimos cumplir la cuota Hilton y se destruyó el stock ganadero en la Argentina”.
“El año pasado inaugurábamos la 125º Exposición Rural pidiéndole al gobierno que por favor dejen de castigar al campo, lo que es decir a la Argentina. Es responsabilidad de este modelo que los productores argentinos al inicio de la siembra del trigo con exportaciones cerradas no tengan a quien vender el cereal de la cosecha pasada. Están esquilmando a los productores trigueros decíamos. La intervención oficial y las retenciones ya les arrebataron más de 5.500 millones de dólares, eliminen las trabas que tenemos para vender nuestros productos. Y el campo no fue escuchado”.
“La lista de promesas fueron sistemáticamente incumplidas por el gobierno. Con los ojos de la despedida todos estos reclamos parecen una causa perdida, pero no es así y esta es una despedida con gran optimismo, porque estamos convencidos que más allá de los avatares políticos el futuro fijó su residencia en el campo argentino. Por eso, esta 126º Exposición Rural está bajo la vocación del futuro, expresada bajo el lema en el campo el futuro es hoy".
"Señoras y señores, el campo no fue escuchado, hoy tenemos en la lista fracasos de una política, que dejó doce millones de cabezas de ganado menos, con una intención de siembra marcada por el desaliento, con miles de tambos cerrados, con miles de trabajadores de la carne lincenciados, suspendidos o sin trabajo, con más de cien frigoríficos cerrados, con las economías regionales sufriendo por las heladas, sequias, sumiendo a regiones enteras en una paralisis económica. El campo quiere ser escuchado".
"Mientras no existan políticas económicas serias y respetuosas para con los ciudadanos y en su lugar solo se escuchen demagógicas opininones, mientras se continue viendo la historia con un solo ojo, mientras el relato oficial sea un conjunto de lugares comunes sin conexión con la realidad. Mientras busquemos adaptar la constitución al poder en vez de dar poder a la constitución. Si el egoísmo de los poderosos no deja lugar al humanismo de los estadistas. No habrá futro si los hombre y mujeres no tienen ilusiones. Mientras exista un ser humano que no tenga alimento, salud y seguridad el futuro será una palabra sin sentido".
"Pero no tengo dudas, el futuro se abrirá paso en estas tierras, lo deseo, lo imagino, lo creo y me comprometo a continuar trabajando para ello. Veo un país que se abre paso entre las trincheras de la intolerancia, una Argentina que se prepara para alcanzar la patria que soño Belgarno, el país que idealizó Sarmiento o la Nación que imaginara Alberdi. Veo esta tierra tan rica y tan prodiga produciendo alimentos".
"Llego la hora de despertar a la vida pública y es momento de convertirse en protagonista. Ha llegado la hora de participar, de hacer. Llegó la hora de devolverle algo a nuestra patria, dejar nuestra huella por más pequeña que sea en esta historia. Hace falta coraje y mucha pero mucha honestidad".
Viva el campo argentino, viva la patria!
Hugo Luis Biolcati (28/07/12) Inauguración de la 126º Exposición Rural de Palermo.