Después de un 2023 en el que la producción de uvas en Argentina tocara mínimos históricos, este año las previsiones del organismo son más alentadoras, pero muy lejos de los máximos de producción que superaban hacia el 2011 los 28.9 millones de quintales.
Es que la producción de uvas viene en un camino descendente desde varios años, específicamente desde el 2011 se ha tornado un camino descendente que tocó su piso en el 2023 con una producción de 15.9 millones de quintales de uva, 13 millones de quintales menos que 12 años atrás.
La falta de rentabilidad de los productores primarios y su consecuente abandono de las fincas, son la principal causa de la baja en la producción. Muchas fincas abandonadas en las principales zonas productivas de Mendoza y San Juan, como así también la reconversión de viñedos en chacras o barrios privados es un fenómeno que se repite y se acentúa año a año.
En esta vendimia 2024, el panorama es mejor que el del año anterior, pero para nada alentador. Los pronósticos y la realidad nos indican que Argentina cosechará más cantidad de uvas que el año pasado, pero aun así es mucho menos que los 28.9 millones de quintales que se cosecharon el 2011.
Según la información que suministran las bodegas al INV, en todo el país, se han recolectado hasta el momento un total de 6.726.653 quintales lo que implica un aumento del 15.14%, en el mismo período del año anterior.
Si bien es real que hay mayor producción, la misma no alcanza por el momento, la magnitud de lo pronosticado. Es decir que el Instituto de Vitivinicultura pronosticó en febrero pasado un 24% de aumento en la producción y hasta ahora solo se está registrando un aumento de 15%.
¿Qué están elaborando las bodegas con la uva?
Según las estadísticas, de los 6.726.653 de quintales de uva ingresada a las bodegas, se han obtenido 238.747.110 litros de vino y 70.891.120 litros de mostos, tal como lo demuestra el siguiente gráfico: