Las condiciones climáticas durante el desarrollo de los frutos influyen sobre la calidad de la producción. El momento de inicio de la cosecha de cada variedad debe adecuarse a las condiciones particulares de cada temporada. Por ello, desde el Programa Regional de Madurez, el INTA Alto Valle -Río Negro- en colaboración con las empresas e instituciones de la región elabora un cronograma de cosecha tentativo.
Adrián Colodner -especialista del Área de Poscosecha del INTA Alto Valle- describió que "el mismo se confecciona considerando la fecha de plena floración de cada temporada y la edad del fruto histórica para cada variedad -días transcurridos desde plena floración hasta la madurez fisiológica, en base a un promedio de más de 20 años-".
La fruta de pepita -peras y manzanas- es climatérica y resulta clave cosecharla en el momento oportuno para garantizar la calidad durante la conservación poscosecha, este se da cuando los frutos han alcanzado su madurez fisiológica.
Cosechar antes de este tiempo implica que la fruta no desarrollará sus características organolépticas específicas tales como sabor y aroma. Por otra parte, cosechar muy tarde presenta problemas de calidad por sobremadurez y reduce la capacidad de almacenamiento.
El cronograma de cosecha lo autoriza SENASA, organismo de control nacional, lo que implica un cumplimiento obligatorio para los productores de la región, que deben respetar la fecha de inicio de la cosecha.
A través del Programa Regional de Madurez se monitorea la madurez de la fruta antes de la fecha de cosecha prevista en el calendario tentativo. Con la información recopilada de las diferentes variedades y representativa de la región, determinamos si la fruta se encuentra en condiciones fisiológicas para su cosecha.
Recomendaciones para la cosecha de la fruta
Andrea Rodríguez -investigadora del Área de Poscosecha del INTA Alto Valle- quien se ocupa de los informes agroclimáticos explicó que "todo lo que acontece durante el proceso de producción de la fruta cuando se encuentra en la planta afecta al comportamiento de la misma después de la cosecha. Las condiciones climáticas extremas influyen sobre el momento y la dinámica de la maduración, esto dificulta el manejo durante el periodo de conservación".
Durante la temporada 2023-2024 hubo una acumulación de calor post-reposo invernal que comenzó con buenas temperaturas en agosto y luego sucedieron períodos fríos y húmedos que generaron un comportamiento fenológico heterogéneo entre diferentes variedades de frutales de pepita y carozo.
Rodríguez señaló que "las condiciones meteorológicas de la presente temporada en el periodo de división celular y la prefloración determinaron que el tamaño potencial de los frutos no fuera favorable"
En temporadas con características agroclimáticas atípicas como la presente, es importante realizar monitoreos periódicos de los lotes almacenados. Para ello, los profesionales del INTA recomiendan segregar los lotes para cosecha considerando la edad de los frutos y realizar los índices de madurez en cada caso particular sobre todo en el caso de manzanas y en la zona de Alto Valle, donde se observaron las mayores dispersiones.