Noventa buques cerealeros permanecían ayer detenidos mientras se realizaban las últimas maniobras para retirar al MV Paraskevi, que el 8 de marzo pasado quedó varado –aparentemente por un desperfecto mecánico– luego de cargar en la terminal portuaria de Cargill 45 mil toneladas de poroto de soja paraguayo. La mercadería era transportada a Francia.
Fuentes del sector explicaron a Clarín que cada barco detenido tiene una pérdida diaria de entre 20 y 25 mil dólares. El promedio de naves afectadas y los días sin actividad de cada una de ellas alcanzan un total de 10 millones de dólares de pérdidas sólo por las demoras.
Además debe sumarse al incidente el costo de los remolcadores que ayer intentaban colocar al buque chipriota en posición para retirarlo, luego de extraer de su bodega 3.500 toneladas de la carga.
Desde la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas estimaron que si hoy viernes logran remolcar el buque podría reanudarse la navegación normal luego de realizarse un trabajo de batimetría, un relevamiento del lecho del río en la zona del canal troncal.
Hasta ayer sólo podían navegar los barcos más pequeños. Pero por seguridad, las autoridades decidieron la interrupción total del curso, mientras los remolcadores realizaban determinadas maniobras para retirar el buque chipriota.