Más de u$s 1.000 millones, que podrían incrementar las reservas internaciones del Banco Central (BCRA), permanecen cautivos en el campo argentino por el "corralito triguero" implementado por el Gobierno nacional, según consignó el portal especializado Valor Soja.
En febrero, el ministro de Economía, Axel Kicillof, prometió liberar un cupo de exportación de trigo 2014/2015 de 3,50 millones de toneladas. Sin embargo, hasta la fecha oficializó ROE de trigo por 2,66 millones de toneladas.
Las propias autoridades del Ministerio de Agricultura reconocen que el saldo exportable de trigo argentino 2014/2015 es de 7,20 millones de toneladas con un stock remanente de 2 millones para el ciclo siguiente. Si se considera el saldo exportable potencial restante con el valor FOB actual de referencia del trigo pan argentino (u$s 228 por tonelada) son más de u$s 1.000 millones las divisas que no pueden ingresar al mercado local por el cepo exportador.
Un problema adicional del "corralito triguero" es el abarrotamiento de trigo de calidad media (con un peso hectolítrico inferior a 74 kg/hl), el cual, si bien no tiene demanda en el mercado interno, podría colocarse en algunos mercados africanos. Pero para que eso ocurra es necesario que el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, habilite la exportación del cereal.
Las principales perjudicados por el cierre del mercado de trigo son las comunidades del sudeste, sur y sudoeste bonaerense (donde se concentra la producción argentina de trigo), dado que, en la actual coyuntura, los molinos harineros de dichas zonas están adquiriendo con cuentagotas trigo de buena calidad a precios de remate.
