Los exportadores compraron hasta septiembre un 39% más de trigo en relación al mismo período de 2020, de acuerdo a estadísticas oficiales.
Analistas granarios consultados por este medio destacaron que la reducción en la oferta por parte de los principales países productores generó alzas en la cotización del cereal, situación que se traslada a las pizarras locales.
En el plano internacional, trascendió la negativa de Brasil a comprar trigo argentino HB4 y ante esta situación, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, defendió el uso de esta tecnología resistente a la sequía.
En la semana comprendida entre el 16 y 22 de septiembre, la industria compró 285.000 toneladas del trigo de la nueva campaña, de acuerdo a la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios. Con esa compra, los exportadores acumularon 6,97 millones de toneladas, un 39% más en comparación a las 5,01 millones de toneladas comercializadas en el mismo período del año anterior.
El escenario internacional de precios es el principal impulsor de las operaciones a nivel local. Por un lado, hay una fuerte recorte productivo en Rusia, Francia, Canadá y Estados Unidos y el mercado espera el informe que hoy publicará el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), que anticipa ajustes en los stocks finales.
La firmeza de los precios en Chicago se traslada a los precios locales, que para los contratos Diciembre 2021 se ubica en USD241 la tonelada y para Marzo 2022, en USD250. La siembra del cereal de la nueva campaña se ubica, de acuerdo a estadísticas privadas, en 6,6 millones de hectáreas y se espera una cosecha que oscilará entre las 19 y 20,5 millones de toneladas, de no mediar incidencias climáticas.
Mientras avanza la producción en Argentina, los molinos de Brasil amenazaron que si reciben trigo HB4 (resistente a sequía), no lo comprará. El reclamo llegó desde Abitrigo, la entidad que nuclea a la cadena de valor del cereal en el vecino país. En la actualidad, en nuestro país se contabilizan unas 50.000 hectáreas de este cultivo, modificado genéticamente para resistir condiciones de estrés hídrico.
Ante esta situación, Domínguez defendió a la biotecnología argentina y el trigo transgénico, en el marco de su participación en el IX Congreso Nacional del Trigo.