Casi 200.000 ha trigueras a punto de perderse en la región núcleo, entre sequias y heladas, el rinde se desmorona, señala la Bolsa de Comercio de Rosario en un informe.
"La esperanza de detener la perdida de lotes de trigo estaba puesta en la lluvia de esta semana y ahora se estima que un 12,5% de lo sembrado con trigo pase en poco tiempo más a darse por perdido", señaló la entidad rosarina.
Se trata de un gran golpe productivo para la región, en general solo suelen perderse 30 mil ha, casi 7 veces menos.
Hace dos años, en la campaña 2018/19 hubo un valor de referencia que se aproxima a este nivel de daño: se perdieron 118 mil ha. Pero en ese año el 75% se perdió por granizo.
En tanto que, agosto termina con el 25% del trigo de la región comenzando a encañar; la capacidad de recuperación del cultivo es cada vez menor, detalla el informe y los pronósticos no muestran en el corto plazo la posibilidad de revertir la situación.
Entre sequía y heladas se desmorona el rinde
En el Trébol decían: "se necesitan 20 mm para detener la caída del rinde, la que podría llegar hasta un 50%".
"Si bien no se observan daños por heladas en el ápice de las plantas de trigo, aparecen hojas afectadas y muerte de macollos", explican según los ingenieros las fuertes pérdidas de rinde.
"Era una semana clave para el trigo de la región núcleo, había grandes expectativas de que al fin lloviese y el cultivo empezara a recuperarse. Pero las tormentas fueron muy puntuales", indicó la BCR respecto de las precipitaciones de los últimos días.
En este sentido, la entidad puntualizó que en la localidad bonaerense de Chacabuco se acumularon 50 milímetros, mientras que en Pergamino, a 80 kilómetros, sólo se registraron 2 milímetros.
En Pergamino, los técnicos esta semana también explicaban que los cuadros más afectados son los que el año pasado también tuvieron cultivos de invierno y ahora muestran pérdidas de plantas. Aun no es posible estimar el impacto de todo esto, pero en general se coincide en señalar que habrá una caída de rindes de 20 a 50%.