En una nueva protesta, productores frutícolas patagónicos volvieron a arrojar ayer toneladas de peras y manzanas en el límite entre las provincias de Río Negro y Neuquén.
La medida de fuerza se hizo en el puente que une Río Negro con Neuquén y en la localidad rionegrina de Allen, con el objetivo de que el Gobierno nacional tome medidas urgentes para resolver la situación crítica que atraviesa la actividad productiva regional.
La movilización tuvo como protagonistas a un grupo de productores que se dio cita desde las primeras horas de la mañana en la zona del expeaje del puente que une ambas provincias. Cinco camiones con acoplados trasladaron las peras que fueron tiradas al suelo y que pertenecen a las campañas 2015 y 2016 de producción.
La medida no alcanzó a interrumpir el tránsito, pero ocasionó demoras a los automovilistas ya que gran cantidad de personas se acercó al lugar con bolsos y cajas para recoger peras en su mayoría mientras que expresaban que el Gobierno debería escuchar a chacareros frutícolas.
Carlos Zanardi, el presidente de la cámara de productores frutícolas de General Fernández Oro, al oeste del departamento General Roca, provincia de Río Negro, aseguró que se había reprogramado el encuentro que tenían previsto hoy con autoridades de la Nación para el próximo lunes, indicó un matutino rionegrino.