El inicio de 2014 no resulta alentador para el productor agropecuario, dado que la inestabilidad económica, largamente denunciada por Confederaciones Rurales Argentinas, golpea a todos los argentinos en general y hace mella en el corazón productivo con un constante desgaste en la competitividad como en toda esta “década desperdiciada”.
La falta de políticas pensadas a largo plazo es moneda corriente de parte de este Gobierno, que hace de sus medidas una contradicción constante y dolorosa. Apenas comenzado el año, una vez más los productores, los dirigentes y las entidades representativas del campo fuimos ubicados en el ojo de la “tormenta” cuando funcionarios voceros, intentando posicionar al productor como un enemigo social, lo tildaron de “avaro” y “especulador”. Nuevamente contra el sector agropecuario, que es el que más divisas genuinas genera para el país y el que más mano de obra emplea directa o indirectamente.
Fue la construcción de “monstruos” la única respuesta que supo dar el Ejecutivo cuando el dólar comenzó a dispararse y cuando la inflación volvió a pegar un salto brusco en crecida.
“Los productores no especulan, no son avaros y no son monstruos antipatriotas que se levantan todos los días para atentar contra la economía del país y, por ende, contra sus propios hermanos, como quiere hacerle creer el Gobierno a la sociedad”, expresamos desde CRA mediante un comunicado de prensa en respuesta a los ataques furtivos del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Si hay algo que los productores no sabemos hacer, ni podemos permitirnos por la necesidad de alimentos que tiene el mundo, es dejar de producir. Seguimos adelante peleando contra los molinos de viento que desde toda la década kirchnerista nos crearon.
Nos queda el sinsabor de haber luchado tantos años por un Ministerio de Agricultura que trabaje con decisión propia, y potenciar la fuerza de producción con el fin de generar alimentos para nuestros hermanos y para el mundo que tanto los necesita. Sin embargo, un gusto amargo nos deja otra nueva experiencia fallida de un Ministerio vacío, un Ministerio sin ministro.
Una nueva etapa de consensos
Sin distracción porque tenemos los objetivos claros, estamos trabajando en alianzas empresariales con cámaras y entidades de otros sectores con el fin de buscar consensos en políticas de mediano y largo plazo, y generar propuestas en lo social, económico e institucional.
Bajo el nombre de Foro de Convergencia Empresarial, dentro del plano económico la discusión propone temas como la estabilidad, defensa de la moneda, contención de la inflación, la independencia del BCRA, previsibilidad y marco impositivo.
En el plano institucional se plantea la independencia jurídica, fortalecer el régimen republicano representativo federal y la plena vigencia de garantías y derechos constitucionales.
Para el plano social se propone la discusión sobre la calidad educativa, la reducción de la pobreza y de la exclusión, además de impulsar mejoras en los servicios de salud y en la seguridad ciudadana.
Hubo coincidencia en la necesidad de contener la inflación, fijar pautas a futuro y buscar propuestas que fijen límites a la creciente presión tributaria.
Estamos trabajando para un futuro mejor, porque creemos que es posible un mañana más positivo para todos los argentinos, sin egoísmos y con una visión nacional.
Pese a todo, nada debe detenernos en nuestra vocación de buscar una Argentina mejor. Juntos en ese camino, hago un llamado a la participación con compromiso para sentirnos mejores ciudadanos, mejores padres de familia y mejores productores.