La Ing. Daniela Pérez (Investigadora y responsable de la sección Economía EEAOC) participó del XXVIII Congreso "Siempre Vivo, Siempre Verde y se refirió a las restricciones o desafíos para los sistemas de producción de granos en el NOA.
Primero, indicó que en Tucumán, la llegada de la soja resistente a glifosato y la siembra directa simplificaron la forma de hacer agricultura, bajaron los gastos y esto potenció el monocultivo.
No obstante, ese escenario trajo aparejado el incremento de plagas, enfermedades y por ende los costos, situación que se complicaba aún más a tierras arrendadas. Frente a ese panorama, la ingeniera reflexionó "en el corto plazo aparecen estrategias humanas de subsistencia y de posicionamiento económico, pero en el largo plazo las estrategias van a terminar respondiendo a limitantes del medio ambiente".
Dadas las características del NOA hace que los productores vivan pendientes de la economía del agua, Explicó Pérez. Otro inconveniente que presenta la región es la potencialidad a la erosión hídrica y eólica, la intensidad de los procesos por la temperatura elevada y humedad. A eso agregó la gran distancia a los puertos que hace que los costos sean muy elevados. "El agregado de valor por transformación de proteína vegetal en animal u otras transformaciones es limitado, especialmente en Tucumán".
A colación del slogan de éste Congreso "Siempre vivo. Siempre verde ", Pérez mencionó que la siembra directa comenzó como una emulación a la naturaleza. La naturaleza cicla, nace, crece, se renueva, se auto organiza, evoluciona, es compleja, y más que siempre verde es multicolor.
El agro ecosistema hace también algunos de esos procesos, es complejo, artificial, interviene el hombre y es extractivo. "Aún no sabemos cómo lidiar con la complejidad. Sabemos que soluciones simples no dan los mejores resultados y que la diversidad, de alguna manera, regula el sistema dando resiliencia ", expresó el especialista. En ese sentido, dijo que la clave está en la rotación y la generación de cobertura.
En esa línea, la EEAOC realiza ensayos de sistemas productivos y los mejores resultados se dan con gramíneas, principalmente maíz. Ello tiene un efecto positivo en el agua útil, el rinde y la regulación de plagas "el mejor insecticida para el picudo negro es el maíz, disminuyendo los costos de insecticida entre un 20 y 40%", expresó. Lo mismo ocurre con las enfermedades y las malezas.
"Esto los productores ya lo tiene claro, y es parte de las lecciones aprendidas", manifestó. Pasando a la intensidad de las rotaciones, Pérez dijo que en la zona comenzó con cultivos de renta. Primero se sumó el trigo, que acompañaba a soja, y después se agregó el garbanzo.
Pero estos cultivos no dejan de ser extractivos. Para compensar la extracción, la Ingeniera descrita que vio la necesidad de incorporar cultivos de servicios, pero no sabían si iba a funcionar por la limitante hídrica de la región. Los resultados demostraban todo lo contrario y se evidenció en años secos.
Los cultivos de cubierta optimizan la infiltración y la disponibilidad de nitrógeno cuando se incluyen leguminosas, cómo vicia y garbanzo. "Lo que terminaron de convencer a los productores fue el control que ejercen sobre las malezas",. La técnica de EEAOC subrayó que todo eso fue posible por una serie de cambios y tecnologías que han estado disponibles, como los nuevos híbridos de maíz y variedades de soja con ciclos más cortos. Antes de ir concluyendo, remarcó que en los sistemas productivos, además de granos, también generamos información y esto permite tomar mejores decisiones.
"Producir granos en el NOA es un desafío permanente. Sabemos que las restricciones son ambientales. Pero tenemos que ser primero ambientalmente sustentables para ser económicamente sustentables, el desafío es dónde ponemos nuestra inteligencia.
Tenemos que hacer manejos amigables con el ambiente, usar buenas prácticas y en lo posible certificar ". En esa línea mencionó que, a nivel local, pretenden que la materia orgánica no baje del 2% y que la densidad aparente no supere el 1,2-1,3 T / m3, además están trabajando con el Programa Argentino de Carbono Neutro y Agricultura Sustentable Certificada que propone Aapresid.
La ingeniera también nombró otros puntos relevantes a considerar que van más allá de las fincas, como el manejo de las cuencas, la logística, la bioeconomía, el valor agregado y la economía circular. Como mensaje final, Pérez dijo "Tenemos que involucrarnos más y llegar a los que toman las decisiones por nosotros, para generar políticas públicas que permitan que todo el esfuerzo que se realice para ser ambiental y económicamente sustentable, término siendo socialmente sustentable".