En el 4º desayuno de actualización y capacitación organizado por la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog), directivos de la Cámara de Importadores (CIRA) abordaron los cambios en las operaciones de comercio exterior, impulsados a partir de la entrada en vigencia de la declaración jurada anticipada de importaciones.
También estuvieron el especialista en comercio exterior Martín Ferré y Henry Lubel, gerente de la consultora Claves Información Competitiva, el representante de los importadores.
Henry Lubel destacó que, en abril pasado, el saldo comercial argentino fue de u$s 1.826 millones, con una tasa de crecimiento interanual del 40%. A su juicio, esto se debió a las restricciones impuestas por la Secretaria de Comercio a la importación de bienes, ya que también cayeron las exportaciones, subrayó. Por lo tanto, consideró que el crecimiento del saldo comercial es ficticio.
Para el directivo, la caída de las exportaciones tiene relación directa con la caída de las importaciones, puesto que aquellas industrias exportadoras que requieren insumos importados están sufriendo las consecuencias de la restricción. Por ejemplo: la industria automotriz”.
La sorpresa
Cuando el auditorio esperaba una encendida defensa para sus asociados, Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cira, destacó los aspectos positivos del contexto. Dijo que las exportaciones acumuladas en los últimos 12 meses suman u$s 84.787 millones; las importaciones alcanzan los u$s 74.402 millones, y la balanza comercial era entonces de u$s 10.385 millones.
Para Santisteban, el gran problema no parece pasar por los controles gubernamentales a las importaciones sino más bien por la inflación, que está en un 26% anual. También señaló que otra de las tareas pendientes es mejorar el resultado de las cuentas públicas, en especial el agudo desbalance provocado por el aumento del gasto público récord.
El presidente de la Cira también destacó la necesidad de aumentar la tasa de inversión en capital físico y de resolver severas limitaciones laborales para ampliar la capacidad productiva, la productividad y el crecimiento del PBI. Para el ejecutivo, otro grave problema que afecta al comercio exterior es la mala política energética.
Como cierre de la jornada, Martín Ferré explicó las claves para importar sobre la base de la Declaración Jurada Anticipada de Importación. Al respecto, sostuvo que una forma de flexibilizar el pedido es separando en ítems individuales el contenido, para prevenir los rechazos totales, y adaptarse mejor en los casos de aprobaciones parciales u observaciones al formulario. También precisó que “el sistema contempla excepciones por urgencias e incluso presentaciones reemplazo de otras cuando ocurre una variación en la posición arancelaria”.
Mientras tanto, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informó que 9.758 exportadores aún no percibieron los beneficios de los reintegros aduaneros a la exportación ya que no cumplieron con el ingreso, total o parcial, de las divisas por las operaciones de exportación que realizaron. El monto de las devoluciones supera los u$s 297 millones.
Los beneficios de las operaciones de comercio exterior son para los contribuyentes que cumplen con todas sus obligaciones fiscales, previsionales, aduaneras y de ingreso de divisas en el mercado único de cambio, analizó el administrador federal, Ricardo Echegaray.
Los datos surgen del cruce sistémico de datos que realizó la AFIP con las bases del Banco Central. Como resultado de ese intercambio de información, se detectaron 107.696 destinaciones de exportación por un valor de u$s 4.400 millones, que se encuentran reportadas sin el ingreso total o parcial de las divisas correspondientes, según los informes de los bancos intervinientes en la operatoria de exportación.