El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) redujo su previsión para la cosecha brasileña de soja a 88,5 millones de toneladas desde las 90 millones de toneladas de su pronóstico de febrero, pero aún sobre las 82 millones de toneladas de la cosecha anterior.
Según el USDA, la oferta mundial de soja será menor a la prevista anteriormente porque el clima seco afectará a las cosechas de Brasil y Paraguay. Este organismo mantuvo además sin cambios sus estimaciones de producción de soja y maíz 2013/14 de la Argentina en 54 millones y 24 millones de toneladas,respectivamente. La producción mundial de granos sumará 2.448,25 millones de toneladas en la cosecha 2013/2014, por encima de una estimación anterior de 2.443,41 millones, según el informe publicado ayer.
La producción mundial incluirá 712,72 millones de toneladas de trigo, 1.260,77 millones de toneladas de grano grueso y 474,76 millones de toneladas de arroz, según la previsión. El pronóstico para las oleaginosas se mantuvo en 504,3 millones de toneladas.
Según el análisis de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Rosario, los datos más sobresalientes del informe del USDA de ayer vinieron de la mano de la oleaginosa en Estados Unidos con menos stocks, menos industrialización interna del poroto, más exportaciones y un número de inventarios al final de la campaña superior a lo que se esperaba. Y es que si bien aumentaron las exportaciones estadounidenses a un máximo histórico (41,6 millones de toneladas) en línea con lo que se esperaba, la revisión a la baja de la estimación de crushing dio como resultado stocks finales más abultados de lo que descontaba el mercado, impactando negativamente en los precios de la soja.
Para el maíz, los mayores embarques al exterior previstos para Norteamérica en la campaña 2013/14 redundaron en un nivel de stocks finales por debajo de lo que descontaba el mercado. Sin embargo, a nivel global, la expectativa previa del mercado apuntaba a que una menor producción sudamericana significara una revisión a la baja de los inventarios al final de la campaña, y en este punto el USDA sorprendió al dejar invariables los 24 y 70 millones de toneladas del cereal que, respectivamente, obtendrían la Argentina y Brasil este año comercial, junto con aumentos en las previsiones para otros países (particularmente China) que llevaron al Departamento de Agricultura a elevar la cifra de stock final mundial, presionando los precios a la baja.
Por último, en trigo no se realizaron cambios en el balance de oferta y demanda estadounidense 2013/14, dejando invariables los stocks finales en 15,2 M de toneladas. Para el panorama global, tampoco se notaron variaciones muy sustantivas en las cifras de oferta y demanda, con el mercado norteamericano ya relativamente más enfocado a lo que va a ser la campaña 2014/15 del cereal. En este contexto, los precios no registraron grandes cambios y mantuvieron la tendencia que registraban al inicio de la rueda.