La participación del Estado en la renta agrícola para el mes de junio fue establecida en el 65,8% y cayó el 2,81% respecto a marzo, según el índice elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada).
David Miazzo, coordinador de investigaciones de Fada, explicó que lo que ayudó a ese repunte en este trimestre fue la suba de los precios internacionales.
El nuevo Índice también es mucho menor comparado con el mismo mes del año pasado, que había arrojado un 93,5%, Miazzo detalló que esta mejora tiene que ver con la corrección del tipo de cambio y la eliminación o reducción de los derechos de exportación que favorecieron la situación en lo que va de 2016.
El estudio de Fada también da cuenta, que a pesar de la caída de la participación del Estado en la renta agrícola, el productor paga $5.375 de impuestos por cada hectárea. Mientras que el año pasado pagaba $3.230 por esa hectárea, es decir, un 66,4% de pesos más que van al Estado. Ese aporte fiscal podría ser aún mayor considerando que parte de los derechos de exportación, iban a otras partes de la cadena, mientras que ahora van al Estado principalmente vía Ganancias, como sucede en el caso del maíz.
En este contexto el investigador de Fada reflexionó: "La recuperación del precio de la soja mejoró la rentabilidad de este cultivo, sin embargo, desde las medidas de diciembre, el maíz mejora a la soja al punto que duplica el resultado económico. Con estos números es esperable un incremento del área maicera de al menos un millón y medio de hectáreas. Queda la pregunta de cómo agregar valor a ese maíz y cómo transportarlo, ya que sólo el paso de esas hectáreas de soja a maíz significan 200.000 camiones más".
En el caso del trigo, el ingreso neto por hectárea duplica en pesos al promedio de 2015. "Un mejor resultado económico sumado a la necesidad de consumir agua en muchas zonas del país, con alta probabilidad incrementará el área sembrada. Según las Bolsas de Cereales esa suba será cercana al 30%. Un millón de hectáreas de trigo más, significarán un movimiento económico de 8.000 millones de pesos, 4 veces lo que hubieran significado para el Gobierno las retenciones a los precios de este año", evaluó Miazzo.
Ahora bien, no todas son buenas ya que hay que prestarles especial atención a algunos factores negativos como las últimas inundaciones que generaron importantes pérdidas en algunas partes del país. "Se estima que cerca de 1 millón de hectáreas resultaron gravemente comprometidas, algunas de las cuales tardarán hasta 4 años en recuperarse", afirmó Miazzo. Además en otras zonas el agua generó pérdida de calidad y problemas para levantar y transportar la cosecha.
Finalmente los costos se llevan un capítulo aparte, ya que acumulan una suba interanual del 44,7%. Con respecto a marzo, el incremento se encuentra principalmente en las labores y el transporte, porque a marzo todavía no estaban actualizados todos los precios y a esto se sumó el aumento en los combustibles.
Con insumos dolarizados hay algún riesgo de que si se concreta una devaluación en lo que resta del año, el 2016 cerraría con un incremento de costos cercano al 60%.
En cuanto a los arrendamientos, desde Fada, afirmaron que es factible de que haya importantes reacomodamientos en los contratos con aumento en términos reales del 20% al 30% de acuerdo con las zonas.