El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona Oeste de Buenos Aires, sobre la base de los precios estimados a cosecha 2015 para trigo y granos gruesos. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
Se inició la siembra de maíz en la zona, con una caída estimada en el área del orden de 15 a 20%. También comenzó la siembra de girasol, que aumentaría el área, y en breve se inicia la siembra de soja.
Ante la magnitud en la baja de precios de los granos, cada vez son más altos los rindes que se necesitan para cubrir los costos. El productor necesita financiar la inversión y los gastos corrientes con grano disponible de la campaña anterior que vale menos y hay necesidades crecientes de financiación a través de bancos o proveedores de insumos.
Los rindes dependen del clima, de la tecnología utilizada y del manejo del cultivo. Los ingresos dependen del rendimiento y los precios. Ante el panorama actual de precios bajos, que están a la vez recortados por retenciones, los resultados dependen en mayor medida del clima.
Para siembras por administración en campo propio, sólo la soja y el girasol en el rango alto de rinde logran escapar del quebranto. El rinde de indiferencia para cubrir los costos totales en el cultivo de trigo es de 45 qq/ha y para soja 2ª es de 20 qq/ha. El rinde de indiferencia en maíz es de 104 qq/ha, en girasol de 18 qq/ha y en soja de 1ª de 30,3 qq/ha. Estos rindes sólo se alcanzan con un clima excelente, pero además, en trigo y maíz, con tecnología de punta.
En campo arrendado el rinde de indiferencia para cubrir costos totales en trigo es de 54 qq/ha, en soja de 2ª de 25 qq/ha, en maíz de 116 qq/ha, en girasol de 23 qq/ha, y en soja de 1ª de 37 qq/ha. Se trata de rindes excepcionales, fuera del alcance para el promedio de los campos de la zona, aún con clima perfecto.
Con estos números salta a la vista que no será factible salir del quebranto sólo con rinde. Por el lado de los costos la película puede complicarse más. Tal como se ve en las proyecciones, la producción de granos no admite subas en costos, especialmente en zonas alejadas de los puertos.
En un contexto de precios bajos para los granos en el mercado mundial se pone en evidencia el impacto regresivo de las retenciones a las exportaciones que debe soportar el productor, aunque los quebrantos terminan afectando a todos los eslabones de la cadena productiva. En el contexto actual, con un clima perfecto no alcanza, y sólo la eliminación de las retenciones puede traer algún alivio. Pero este tema no está en agenda.