Desde el Ministerio de Agroindustria dijeron que "hay buena voluntad de ambas partes" y que esto puede permitir avanzar en un acuerdo. Según distintas fuentes consultadas, la firma desistirá del cobro compulsivo con la "cláusula Monsanto" y la fiscalización quedaría bajo la órbita del Instituto Nacional de Semillas (INASE).
Esta decisión se enmarca en las declaraciones del Ministro de Agroindustria, Ricardo Bruyaille, que dijo hoy que "la fiscalización de las semillas es una potestad del Estado".
Distintas fuentes confirmaron que el eje del potencial acuerdo, que podría anunciarse en los próximos días, incluye que Monsanto renuncie al cobro compulsivo y que la fiscalización de la actual campaña de soja, que esta cerca a su finalización, corra a cuenta del INASE. Este organismo podría tercerizar los testeos en distintas entidades, como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La negociaciones fueron retomadas a principios de la actual semana por el coordinador de la Jefatura de Gabinete, Gustavo Lopetegui.
Entre los puntos que se están discutiendo aún se encuentra qué pasará con la información sobre la presencia de Intacta, que podría quedar en manos del INASE y cruzarse con los datos que provean las empresas sobre quienes efectivamente pagaron por esa tecnología.
Luego, la empresa podría avanzar con el reclamo del cobro a los productores por vía judicial o por las cámaras arbitrales.
Desde Monsanto reconocieron que "hay una base de acuerdo para solucionar el conflicto esta campaña, hay un acuerdo mutuo, pero todavía faltan discutir muchos puntos".
Según fuentes de la negociación, influyó positivamente la intervención del coordinador de Jefatura de Gabinete, Gustavo Lopetegui. "Hay un entendimiento con la gente de jefatura de Gabinete", dijeron desde la empresa.
El conflicto entre Monsanto y el Gobierno se desató en abril pasado, cuando el Ministerio de Agroindustria emitió la Resolución 140, por la cual buscó frenar el sistema de control que Monsanto había montado para asegurarse el cobro de su tecnología en soja Intacta.
Antes de esa resolución, la postura de Monsanto había generado el rechazo unánime de las gremiales del agro, que consideran esta medida "un atropello al uso propio".
La empresa multinacional oficializó además su decisión de suspender los lanzamientos de nuevos productos en el país, a causa de este inconveniente.
Telam