ACOVI representa a 32 cooperativas vitivinícolas, 5 mil productores integrados y más de 2 mil terceros que abarcan unas 25 mil hectáreas en el país.
Según el estudio, para cubrir los costos, un pequeño viñatero tendría que duplicar la producción en la misma superficie o el precio de venta de su vino.
El informe señala que para el caso del vino blanco, con un rinde de 200 quintales de uva por hectárea y a un precio al productor de $ 2,10 el litro, el ingreso total mensual es de $ 25.947, contra los $ 53.681 que suman los costos. Al considerar las pérdidas por granizo, los ingresos bajan a $ 22.055 con igual costo, se explicó.
Los especialistas señalaron que "para cubrir esos costos con amortizaciones se necesitarían rindes de 414 quintales o vender el vino a $ 4,35 el litro, mientras que con granizo esas cifras treparían a 487 quintales y $ 5,12 el litro".
Pero no todo es negativo. Un grupo de importadores de Brasil, Canadá, España, Francia y Alemania participó ayer de una misión que recorrió la localidad de Cafayate para conocer en forma directa las bondades de la producción vitivinícola salteña y evaluar la posibilidad de llevar vinos de esta provincia a sus países.