Paradoja. El stock ganadero argentino está creciendo gracias a la crisis agrícola. Las vacas están ocupando muchas de las hectáreas abandonadas por la soja en zonas alejadas de las terminales portuarias. Y en las regiones tradicionalmente pecuarias no son pocos los lotes bajos repoblados por vacunos.
“A medida que avanza el año los números dejan traslucir que se está en el inicio de una nueva fase de retención de vientres”, indicó el último informe mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la Republica Argentina (Ciccra).
“En julio (pasado) la participación de las hembras en la faena total se sostuvo por debajo del límite inferior de la banda crítica considerada necesaria para sostener el nivel de existencias (43%), al ubicarse en 41,3%. Este fue el registro más bajo de los últimos 33 meses”, añadió.
El retroceso de la importancia de las hembras en la faena total fue producto de una baja de 9,8% de la matanza de hembras y de un aumento de la de machos de 7,3% al contrastar los números de julio de 2015 con los de igual mes de 2014. En términos absolutos, entre los meses señalados se faenaron 47.357 hembras menos y 42.170 machos más.
“La participación de las hembras en la faena total de enero-julio de 2015 también descendió a niveles compatibles con un proceso de recomposición del stock de madres, al quedar en 42,8%. La cantidad de hembras faenadas descendió en 74.170 cabezas en relación a enero-julio de 2014 (-2,3%), al tiempo que la de machos creció en 232.150 cabezas (+6,0%)”, remarcó el informe.
En enero-julio de 2015 se habrían producido en todo el territorio argentino 1,62 millones de toneladas res con hueso, es decir, 4,5% más que en el mismo período del año pasado