Para quienes se preguntan para qué sirven algunas representaciones diplomáticas, aquí hay un caso concreto. Argentina, sin embajador ante la Unión Europea desde que desplazó a Jorge Remes Lenicov a fines de 2011, ha dejado de presionar a máximo nivel político para lograr mayores exportaciones de carnes de calidad producidas por engorde a corral (feed lot).
La resolución 481/12 de la Unión Europea contempla un beneficio adicional que es el premio de altos precios, dado que las medias reses provenientes de vacunos con un mínimo de cien días de encierro a corral con una dieta de alta energía, ingresan al bloque sin pagar impuestos.
Esa puerta grande impulsa a la industria del feed lot que hoy trabaja al 58% de su capacidad instalada. Además de generar las tan ansiadas divisas que el país necesita. “Pero lo estamos dejando pasar”, comentaron ayer empresarios de feed lot.
Algunos observan en la falta de reacción diplomática la larga mano de Guillermo Moreno, que busca una mayor oferta de carne en el mercado local para que no se encarezca el precio al consumidor.
Aunque, Juan Eiras, titular de la Cámara de Feedlot, asegura que esa carne no compite con el mercado doméstico.
“Ese tipo de exportaciones incentiva la producción y, en vez de terneros de 350 kilos como los que se mandan al mercado local, habrá animales de 450 kilos; son muchos más kilos de carne y más producción”, se entusiasmó Rodrigo Troncoso, gerente de la Cámara.
Argentina recorrió un largo proceso para poder competir. Hubo férreos chequeos de calidad y de los modos de producción por parte de inspectores europeos. Y el país resultó elegido.
Falta un tramo final, completar algún formulario para poder concretar los embarques. Pero sin embajador y con funcionarios de menor rango que parecen tomarlo con tranquilidad zen, todo puede volver a fojas cero.
Mientras tanto, Estados Unidos, Canadá, Uruguay, Australia y Nueva Zelandia ya lo están aprovechando. La cuota que dispone la Unión Europea asciende a 48.000 toneladas y tiene la particularidad de que no está asignada al país, como sucede con la Hilton que distribuye el Gobierno. En ese caso, el importador europeo decide, entre los países seleccionados, dónde y cuánto compra.
En lo que es toda una definición política, la Cancillería ha dejado vacía la representación ante el mayor bloque económico del mundo, que atiende en Bruselas, la capital de Bélgica. En cambio, designó embajadores en Angola, Azerbaiyán y Etiopía. Por suerte, tenemos embajador en Rusia. Moscú acaba de decidir una cuota similar de carne de feed lot para alimentar a su población. Y Argentina podría llegar a obtenerla.