El presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez Loria, manifestó la preocupación de la entidad a raíz de las heladas ocurridas en nuestra provincia en la última semana de julio, que afectaron seriamente la zona de producción de limón.
Las heladas incidieron con severidad en todo el área productiva de limón de Tucumán: desde Alberdi y La Cocha en el extremo sur, pasando por Concepción, Monteros, Famaillá y Lules en la región central, hasta la zona norte en Los Nogales, El Timbó y Burruyacu.
Por la intensidad, duración y frecuencia de ocurrencia, un fenómeno climático de esta magnitud no se registra en el área limonera tucumana desde 1989. Y, como en aquella oportunidad, las consecuencias se agravan claramente por la sequía general que presenta Tucumán y el Norte del país desde el año pasado.
A pesar de que un gran porcentaje de la superficie implantada se ubica en la región pedemontana, con suelos de relieve ondulado e importantes pendientes que atenúan los efectos perjudiciales, se ha podido observar lotes de plantación muy seriamente afectados, tanto en frutos como en las propias plantas, lo que da una idea muy clara de que las heladas fueron muy importantes en intensidad, frecuencia y duración.
Lo real es que muchas plantaciones fueron afectadas de diferente manera, por lo que hay productores que sufrieron daños de diversa índole y en distintos porcentajes sobre el total de la superficie plantada.
Daños
Si bien aún se están evaluando y cuantificando los daños producidos en plantas y frutos, se advierten que son de importancia y muy diversos.
Ya se observan manchas en la piel, frutos blandos entrando ya en un proceso de putrefacción, ruptura de glándulas de aceite en la epidermis, ruptura de celdillas que contienen jugo en el interior de la pulpa, entre otros, lo que desmerece comercialmente al limón y ocasiona una disminución de la cantidad de fruta con destino a fábrica y con un menor aprovechamiento industrial.
Además del análisis del estado general de las plantaciones, surge la certeza de la pérdida de miles de plantas de todas las especies cítricas, en especial las más jóvenes, por estar más expuestas: "esto nos permite estimar provisoriamente una pérdida total del limón inicialmente estimado en el orden de un 20%, con porcentajes aún mayores en naranjas y mandarinas por las fechas de cosecha", explicó Sánchez Loria.
La gravedad de los daños en las plantaciones permite también advertir una fuerte caída del limón en la temporada estival y prever una importante afectación en los volúmenes de producción para la próxima campaña.
"Esta situación ha provocado la paralización de las tareas en algunos empaques y en otros la reducción al mínimo de su actividad. Es presumible que varios de los establecimientos citrícola que han parado su producción, sea en forma definitiva por la falta de fruta que reúna las condiciones para ser exportada en fresco", remarcó.
En éste sentido, el titular de la ATC solicitó a los productores y empacadores tucumanos extremar los controles de calidad de los limones a exportar, de manera que se garantice al mercado externo la provisión de fruta que reúna los requisitos exigidos por cada país.
"La mayor rigurosidad en la selección nos permitirá continuar ostentando el alto prestigio de nuestra producción, con lo que podremos afianzar nuestro producto siendo confiables a pesar de la dura inclemencia climática sufrida en esta campaña y no tirar por la borda todo el esfuerzo realizado en la actividad", concluyó Sánchez Loria.
