Si bien restan lotes aislados por implantarse con trigo, mayormente sobre el sudeste bonaerense con variedades de ciclo corto, y siendo esta un área no significativa, damos por finalizada la siembra de este importante cereal de invierno. En números absolutos se cubrieron 3.900.000 hectáreas en el área agrícola nacional.
En el área ya implantada se pueden diferenciar algunos panoramas, ya que las precipitaciones en ciertas regiones se ausentan desde el mes de mayo, y en contraposición otras zonas han acumulado reiteradas lluvias durante este período. Podemos destacar que en el sudeste de la provincia de Entre Ríos, sudeste, sudoeste y centro de Buenos Aires y sur de La Pampa, el cultivo de trigo presenta de buenas a muy buenas condiciones gracias a la adecuada oferta hídrica que registran los suelos.
No obstante, cabe destacar que en el sur bonaerense y pampeano el cultivo aún transita etapas fenológicas iniciales, desde plena emergencia a inicio de macollaje, aparejando una baja demanda de humedad. En Entre Ríos el grueso de los cuadros transita desde macollaje a plena encañazón, y de continuar con la buena disponibilidad hídrica, se perfilaría a obtener una buena producción. En números absolutos, podemos decir que unas 2.000.000 de hectáreas evolucionan favorablemente, es decir, más del 50 % del área nacional.
En los Núcleos Norte y Sur se relevó un panorama muy heterogéneo, principalmente debido a la falta de precipitaciones, aunque en algunos cuadros el cultivo de trigo no presenta por ahora déficit hídrico, y esto se debe a la mejor aptitud de algunos suelos y buenos manejos agronómicos que permitieron acumular mayor humedad en el perfil. Por esto, en la zona se estima que cerca del 60 % de la superficie avanza en buenas condiciones, mientras que el 40 % restante se reparte entre condiciones desde malas a excelentes.
Sumado a esto, las bajas temperaturas de las últimas semanas también perjudicaron al estado de los cuadros cubiertos con trigo. En ambas regiones, cerca del 90 % transita desde macollaje a inicio de encañazón, con lo cual aquellos cuadros que presenten malas condiciones podrían perder potencial de rendimiento a cosecha. Finalmente, serán necesarias nuevas lluvias para mantener o revertir las condiciones del cultivo, aunque nuestro informe climático por el momento no pronostica precipitaciones de buen caudal para la región.
Sobre el Centro-Norte de las provincias de Santa Fe y Córdoba la situación es más compleja aún, ya que los cuadros de trigo transitan desde macollaje a plena encañazón, con ajustada oferta hídrica y retrasados en el desarrollo, consecuencia de las reiteradas heladas que afectaron a la región. Finalmente, se extiende el período sin precipitaciones adecuadas en el NOA y NEA, afectando el potencial de rinde de los cuadros más avanzados, que se encuentran desde fin de encañazón a inicio de espigazón, pudiéndose apreciar numerosos lotes manchoneados por el déficit hídrico. No obstante, para los próximos días se esperan precipitaciones de buen caudal para el nordeste del país, lo que podría revertir en algún punto el deterioro en los cuadros de trigo.