Scioli congela y los municipios quieren aumentar las tasas

El compromiso ante un grupo de intendentes radicales para trocar el apoyo al presupuesto por el retroceso en el aumento del Inmobiliario Rural, y luego el reclamo de las entidades relacionadas con la actividad agropecuaria, fueron suficientes para convencer a Daniel Scioli de dar marcha atrás con la contribución especial para seguridad por la cual se incrementaba ese tributo en un 18 por ciento.

Pero el gobierno provincial no quiere la exclusividad en el costo político de retroceder en una medida, y mientras señala como “irresponsable” la postura del massismo en no aprobar los endeudamientos, y de esta manera demorar la salida del presupuesto 2014, el sciolismo también torea a los intendentes del interior. Los invita a morigerar el aumento de tasas. El convite tiene como principales destinatarios los jefes comunales alineados con Sergio Massa, pero también roza a los oficialistas, y a los por ahora aliados alcaldes radicales.

Todo se mira hacia delante, y en ese sentido Scioli pretende evitar una puja con un sector clave de la producción bonaerense que, pese a tener poco peso electoral por sí mismo, ejerce una enorme influencia sobre las economías regionales y sus habitantes. Como contrapartida, la jugada puede significarle un dolor de cabeza con los propios intendentes. Si el campo está contento con el Gobernador y los jefes comunales no, el equilibrio de la balanza será desfavorable. En este caso, los popes del Conurbano se sienten afuera de la pelea, y excluidos de las demandas del mandatario provincial, y ésa es una buena señal para él.

El sciolismo recarga las tintas sobre los massistas, y tiene como eje del reclamo la intención del juninense Mario Meoni de subir las tasas por encima del 40 por ciento en dos etapas. “En Junín van a aumentar el 30 por ciento ahora y el 14 o 15 a partir de abril o mayo, y además está la amenaza de una tasa para el combustible, por la cual el campo sería el más afectado”, señaló a este medio un dirigente agrario. Pero los incrementos son analizados por la mayoría de las comunas, y en casi todos los casos por encima de inflación oficial. Involucra a los del Frente Renovador, los radicales y los del Frente para la Victoria. El toreo, entonces, pasa a tener sus riesgos.

Además, el campo comienza a ver en Daniel Scioli un aliado al cual no sólo piensa hacerle reclamos por las cuestiones de injerencia provincial. Insistirá en canalizar a través suyo las solicitudes hacia Balcarce 50. “Al Gobernador le estamos pidiendo que reclame a Nación los recursos que nos corresponden”, reconoció ante La Tecla Guillermo Gianassi, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) filial Buenos Aires.

También recaerán sobre Scioli los pedidos para evitar que los municipios apliquen tasas adicionales. Se quejan desde los sectores del campo de un agregado de la tasa de Seguridad e Higiene en algunos municipios, y en la aplicación en otras comunas de sanciones, como la restricción de sacar guías de carga a quienes deban obligaciones tributarias municipales.

“Si a la Nación, a la Provincia o a los municipios no les alcanzan los recursos, no es porque no estamos aportando; es increíble lo que aportamos. Muchos productores prefieren abonar primero la tasa vial que impuestos nacionales o provinciales porque el monto es menor”, confesó Gianassi cuando fue consultado por qué casi siempre se prioriza el pago de la carga municipal a la provincial, donde hay mayor mora.

Para Horacio Salaverri, presidente de Carbap, “esto es consecuencia de la enorme anarquía que existe en Argentina. Nación se queda con el 75% de los recursos de la media de todas las provincias, y las provincias tienen un 25% de ingresos propios”.

Como se señala en un recuadro de esta nota, del total de impuestos cobrados, el 93% es recaudado por el Estado nacional, el 5% por la provincia de Buenos Aires y sólo el 2% queda en los municipios. Desde este punto de vista no aparece como ilógica la pretensión de los gobiernos municipales de sacarle un poco más de rédito a su tasa vial, sobre todo cuando deben afrontar el arreglo de los caminos.

Compraron el discurso
La relación entre el Ejecutivo bonaerense y los representantes del agro presagiaba guerra mientras se mantenía la idea del 18 por ciento más en el Inmobiliario. Pero la pipa de la paz se fumó en un rato, y quienes se veían como posibles enemigos terminaron aliados en una puja que va más allá de lo económico y huele a acompañamiento político.

El discurso de Scioli prendió en los productores. “Nos parece un verdadero despropósito que los intendentes pretendan aumentar la tasa; una enorme contradicción para las fuerzas políticas que en campaña recorrieron toda la provincia de Buenos Aires diciendo que no iban a aumentar impuestos y tienen una posición muy dura con la Provincia pero en sus propios municipios aumentan lo que ellos quieren”, expresó Gianassi.

“Entendemos el enojo del Gobernador”, apuntó Alfredo Rodes, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). “Scioli manifestó su voluntad de mantener una agenda abierta para el año 2014 y la posibilidad de charlar una cantidad de temas que están en carpeta desde hace tiempo”, indicó a su vez Horacio Salaverry.

Por ahora, y mientras el incremento impositivo quedó congelado, parece Scioli el mejor interlocutor del campo con una pata del oficialismo. Las entidades apuestan además a tener en el nuevo ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, una mejor relación que con su antecesor.

La pelea con los alcaldes
“El Frente Renovador tiene doble discurso”, se quejó el jefe de gabinete provincial, Alberto Pérez, con relación a que desde ese espacio político “muchos están proponiendo en sus comunas 40 por ciento de aumento en sus tasas municipales”. En ese sentido apeló a la responsabilidad de los jefes comunales, “sobre todo a los que se oponen al ajuste del 18 por ciento en el Inmobiliario Rural y Urbano; que sean consecuentes en sus municipios con el aumento de las tasas municipales”. Y consideró “paradójico que lo que es malo a nivel provincial por el 18 por ciento sea bueno a nivel municipal por el 40”.

Las respuestas de los jefes comunales del massismo, y de algunos radicales, no se hizo esperar, aunque los primeros prefirieron contrarrestar el embate de la Gobernación con críticas al endeudamiento planteado en el presupuesto.

Mientras radicales como Carlos Gorosito (Saladillo) o Walter Battistella (9 de Julio) no se dieron por aludidos y expresaron que los aumentos “son razonables” y se ajustan “a los niveles inflacionarios, el massista José Eseverri (Olavarría) dirigió los cañones a sus colegas del Frente para la Victoria. El intendente le recomendó a Scioli que les diga a los setenta jefes comunales del FpV que no aumenten las tasas, para después arremeter contra el endeudamiento solicitado por el Gobernador en el próximo presupuesto.

Contestó el ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta. “Se les apuntó a los intendentes del Frente Renovador porque fueron ellos los que salieron a criticar la actualización en el impuesto Inmobiliario; los del Frente para la Victoria no lo hicieron”, dijo.

Desde el Conurbano, algunos caciques del FpV consultados al respecto prefirieron evitar la polémica y aseguraron no ser los destinatarios del palo de Scioli replicado después por sus colaboradores. “Es una cuestión de los distritos que tienen campo”, adujeron. Tampoco ven un foco de conflicto entre Scioli y los intendentes de la Provincia profunda.

Un análisis similar hizo el massista Humberto Zúccaro (Pilar). “La crítica del Gobernador hay que saberla separar. Me parece que es un cuestionamiento más para los distritos del interior de la Provincia, porque ésa fue una explicación que les dio a los productores agropecuarios, y en este caso, toda la gente del Conurbano queda exenta”, consideró. Analizó luego: “Me parece que no fue una crítica hacia los intendentes massistas. Si bien nosotros tenemos jefes comunales que son del interior, como Gilberto Alegre y José Eseverri, entre otros, la gran mayoría está en el Conurbano. No creo que el Gobernador quiera pelearse con los intendentes”.

No está en el espíritu de Daniel Scioli la confrontación, pero el mantenerse por la delgada línea de la conciliación con todos los sectores, insume sus riesgos. El mandatario provincial prefiere afrontarlos, aunque circunstancialmente haga causa común con un sector de la producción y eso lo lleve a poner algunas espinas en la relación con los intendentes; porque algo es seguro: ahora, para todos los municipios no va a ser un mero trámite incrementar las tasas.