De esta forma, la primera estimación de maíz 2012/2013, de 26,5 millones de toneladas, arroja un nivel de producción que supera con comodidad los volúmenes proyectados en informes anteriores. Sin embargo, ya avanzado enero, las condiciones medioambientales imperantes pueden determinar ajustes posteriores a estas cifras.
En el caso de la soja no se han ajustado los números respecto del informe anterior, sosteniéndose la superficie sembrada en 19,5 millones de hectáreas. Por lo tanto, subsiste una proyección de producción de 53 millones de toneladas, que surge de aplicar rendimientos históricos. Las condiciones de los lotes de soja son buenas a muy buenas, en general, pero empieza a marcarse la falta de agua y la necesidad de nuevos aportes es fundamental.
Con la continuidad de la recolección de trigo, se ajustaron hacia abajo los rindes estimados para Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, pasando el promedio nacional a 26,8 qq/ha. De tal modo, la cifra de producción pasa de 9,5 a 9,3 millones de toneladas.
Maíz 2012/2013
Diciembre cerró un año que estuvo marcado por una notable anomalía de excedentes pluviales que empezó a desarrollarse desde agosto y caracterizó al segundo semestre del 2012. En diciembre hubo notables epicentros de lluvias, con fuertes tormentas de granizo y viento que siguieron retrasando las siembras y obligaron a realizar resiembras en amplias zonas de la Región Pampeana. El este del país fue el área que más volumen de agua recibió. Exceptuando el norte del país, hubo niveles de lluvias excelentes hasta diciembre en una amplia zona geográfica que coincide con la zona agrícola más importante de Argentina.
De esta manera se configuró el panorama que queda plasmado en la imagen de las reservas de agua en el suelo para diciembre. En el mismo tipo de imagen, pero con un corte al 23 de enero ya se observa un cambio que comenzó a operar en los últimos días de diciembre un pulso seco que fue profundizándose durante todo el mes. Las regiones que empezaban a notar la falta de agua eran el sur de Santa Fe, no-roeste de Buenos Aires, parte del noreste de La Pampa y –destacándose- la provincia de Córdoba. El noroeste cordobés está comenzando a ser severamente castigado por la falta de agua. Esta situación está actuando sobre los lotes que fueron sembrados más tarde y están en pleno período crítico merced a las reservas en profundidad del suelo. Si bien es difícil ver el grado de afección que van a tener sobre el rinde, de no resolverse favorablemente esta situación puede ser un fuerte aliciente para hacer retroceder los niveles de rinde que hoy se están estimando.
Con casi un 95% sembrado, se pasa de una proyección de producción de 24 millones de toneladas a una es-timación de 26,5 millones de toneladas. Los números surgen de deducir a la superficie implantada, de 4,1 mi-llones de hectáreas, unas 600 mil ha destinadas a uso forrajero y pérdidas, y de estimar un rinde nacional de 75,4 qq/ha. El detalle puede verse en el cuadro adjunto.