El desgaste de boquillas pulverizadoras hidráulicas de uso agrícola se ha estudiado en laboratorio por medio de distintas metodologías que lo realizan de manera abrasiva, acelerada y estandarizada. Estos procedimientos brindan información sobre la duración relativa de boquillas pulverizadoras fabricadas en distintos materiales. Es decir, Si bien no aportan datos sobre su comportamiento a distintas presiones de trabajo y horas de uso, sí dan información valiosa sobre cuánto más dura es, una fabricada en cerámica que una en latón, por ejemplo. Tampoco brindan información del desgaste real que sufre una boquilla en el trabajo a campo, el cual está influenciado por las condiciones propias de cada día de trabajo como son la acidez del fitosanitarios (desgaste por corrosión), la formulación del producto (por ejemplo, un polvo mojable desgasta por abrasión), dureza del agua, horas de uso con diferentes productos, presiones de trabajo diferentes según tipo de gota buscada, entre otros factores que inciden.
Funciones
La importancia de conocer con más detalle el proceso de desgaste de una boquilla está dado por las funciones que la misma desempeña en el equipo pulverizador. Éstas son bien conocidas:
a) Dosificar. Es decir, proporcionar un cierto caudal en la unidad de tiempo. Esto depende de la presión de trabajo y del diámetro del orificio de salida. El orificio de las boquillas es ensanchado por la acción química del líquido asperjado, por el efecto abrasivo de las partículas que forman parte de la formulación del fitoterápico, por la presión de trabajo y de las materias extrañas suspendidas en el caldo que se asperja. Cada material de fabricación ofrece una resistencia particular.
b) Formar gotas. Esto se logra mediante la división del caldo que sale por el orificio de la boquilla en un gran número de gotas. El tamaño de las mismas depende, de la presión de trabajo, del modelo de boquilla, del ángulo de aspersión y del diámetro del orificio de salida.
c) Entregar un patrón de distribución definido. Es la forma en que las gotas son repartidas sobre la superficie objetivo (cultivo o suelo). Depende del modelo de boquilla, presión de trabajo, ángulo de aspersión, forma del orificio de salida.
Entonces es fácil entender, entonces, que el desgaste de la pastilla incide en la formación de las gotas, su cantidad y tamaño.
¿Cómo se modifica el caudal?
En los gráficos 1 y 2, podemos analizar cómo se modifica el caudal luego de trabajar 1 y 2 horas con cinco presiones de operación diferentes y para cuatro materiales de fabricación, la referencia en el eje vertical es el porcentaje de caudal que supera al caudal erogado cuando la pastilla era nueva. Se estima que una boquilla está desgastada para ser utilizada a campo cuando su caudal se modifica en un 10% respecto al que tenía cuando era nueva, este último dato es entregado por el fabricante.
Si comparamos el incremento de caudal que registra una boquilla de latón trabajando a 1 kg/cm2 a 1 hora de desgaste vs. el erogado luego de 2 horas de desgaste a la misma presión, vemos claramente el efecto del tiempo de trabajo en la modificación del caudal.
Si comparamos el incremento de caudal que registra la boquilla luego de 1 hora de uso vemos que a medida que se incrementa la presión de trabajo, el incremento del caudal erogado con respecto a una boquilla nueva es mayor. Es decir que la mayor presión de trabajo acelera el desgaste para todos los materiales.
Asimismo podemos observar que las boquillas construidas en polímero, al principio, el caudal erogado es menor que cuando eran nuevas. Esta situación que parece ilógica fue explicada por la FAO en un Boletín de Servicios Agrícolas (1996) y se atribuye a la absorción de agua por parte del plástico que hace cambiar el tamaño del orificio y afecta así el caudal erogado.
Este fenómeno podemos observarlo con mayor frecuencia cuando evaluamos el desgaste a campo de nuestras boquillas fabricadas en polímero durante las primeras 100 horas de uso.
También podemos observar que la presión ejerce un efecto distinto en el desgaste, según el material de fabricación, así por ejemplo si el material es cerámica, la presión de trabajo no modifica de manera significativa el incremento de caudal. Una situación inversa, del efecto de la presión en el desgaste, se puede observar en las boquillas fabricas en latón, donde a mayor presión de operación el desgaste es mayor para el mismo tiempo de uso. Es decir que el desgaste es mucho más rápido en estas últimas boquillas que en las de cerámica.
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Resulta importante considerar esta realidad a la hora de definir la compra de las pastillas, los precios, sabemos son diferentes, pero los resultados y la durabilidad también. Cada productor o contratista sabe qué tipo de trabajo realiza normalmente y cuantas ha u horas de trabajo enfrentará durante el año. En función de estas variables deberá definir la compra de una u otra boquilla.
Colaboró con esta nota el Ing. Agr. Carlos Sarubbi de la Cátedra de Maquinaria Agrícola - Facultad de Agronomía Universidad de Buenos Aires.
