Los granos respiran, también cuando están guardados en bolsas o silos de chapa. Se trata de órganos vivos que necesitan mantener dicha situación mediante la respiración. Esta actividad ineludible es variable con la temperatura de la masa granaria, la cual muchas veces está influenciada, a su vez por la actividad de hongos e insectos.
Respecto a este asunto y a modo de ejemplo, los Ing. Agr. Rubén Roskopf. E.E.A. INTA PERGAMINO y Leandro Cardoso. E.E.A. INTA BALCARCE destacan que si almacenamos 1000 t de maíz durante 70 días con 15% de humedad y 30 °C, la respiración provocará una pérdida aproximada de peso de 5 t (0.5 %) y la alteración de la calidad con un cambio en la condición del grado, mientras que a 15 °C la pérdida será de 0,9 t (0.09 %), y sin alcanzar una pérdida de calidad tangible. Para esta humedad en maíz, cuando la temperatura de los granos disminuye de 30 a 15 ºC, se quintuplica el tiempo de almacenamiento seguro.
Siempre que el aire exterior al silo se encuentre más frío que el grano se puede recurrir al uso de la aireación (utilizando aireadores que fuerzan la entrada de aire externo dentro del silo) para reducir la temperatura de la mercadería. Estas prácticas son de fundamental importancia ya que los hongos y, particularmente, los insectos son sensibles a la temperatura. Hemos hablado de este tema en otras oportunidades. Sabemos que por debajo de los 17 °C se limita notablemente su desarrollo y reproducción, con lo cual menor es el desarrollo de las poblaciones y su daño sobre el grano.
Sin embargo no siempre es posible utilizar la aireación con buenos resultados para reducir la temperatura del granel. En regiones geográficas o estaciones calurosas no disponemos de aire ambiente frío como para enfriar los granos por debajo de una temperatura razonable. Esto ocurre en la zona centro-norte del país durante gran parte del año y también en otras regiones durante la época estival.
Por eso el INTA a través de los profesionales mencionados, considera necesario desarrollar y difundir tecnologías no tradicionales que permitan bajar las temperaturas de los granos en tiempos reducidos y a costos razonables. En este sentido la refrigeración artificial de granos es la principal alternativa disponible.
¿Qué es la refrigeración de granos?
Consiste en utilizar equipos frigoríficos para acondicionar artificialmente el aire ambiente y aplicarlo a los granos almacenados a una temperatura más baja que la ambiental.
Para conectar el equipo al silo normalmente se retiran los ventiladores y se conecta la unidad de refrigeración que posee su propio ventilador, a los conductos de aireación a través de una manga térmicamente aislada. Se debe contar con una adecuada instalación eléctrica para satisfacer el consumo eléctrico (una unidad con capacidad promedio de refrigeración de 300 t/día tiene un consumo aproximado de 50 Kwh). Los equipos pueden funcionar bajo diversas condiciones climáticas, incluso lluvia, pueden ser desplazados dentro de la planta de silos. Vale destacar que todos son programables en cuanto a temperatura y en algunos también en cuanto a humedad relativa del aire a insuflar.
Foto N° 1: Equipo refrigerador de granos de desarrollo Nacional fabricado en Rosario. Permite programar la temperatura y humedad relativa del aire a insuflar al silo.
Análisis de los costos
Al programar el enfriado artificial se debe considerar la amortización del equipo (o su alquiler) según su capacidad de refrigeración y el valor del grano a refrigerar, por las posibles pérdidas. Por otro lado el costo de funcionamiento estará dado principalmente por el consumo de energía. Ensayos realizados en diferentes regiones por INTA Pergamino y Balcarce reportan consumos que van de los 2,5 a 4,1 kwh/tn refrigerada. Con estos consumos y el valor del Kw de energía, cada planta puede conocer el costo de enfriar un silo. Los consumos disminuyen en regiones de menor temperatura ambiente y aumentan con menor temperatura final del grano y granos más secos.
El enfriamiento evaporativo de granos húmedos de por ej 30 °C a 15 °C puede hacer disminuir la humedad del grano en 1,5% lo cual puede considerarse en el ahorro de costos en el secado.
No obstante es sabido que en determinadas regiones, de elevada temperatura y humedad relativa, la conservación de granos y semillas empleando condiciones naturales presenta riesgos de importancia. No se debe olvidar que los granos se procesarán en alimentos y que por lo tanto se conservan mejor en ambientes de bajas temperaturas.