El jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura, Héctor Espina, rechazó ayer las críticas que dirigentes agropecuarios realizaron durante el fin de semana en el marco de la Fiesta Nacional del Trigo, en la provincia de Córdoba: "Creo que es incomprensión y además una profunda contradicción. Siempre dicen que desde el Gobierno hay ataques, desplantes, maltrato, y lo que escuchamos cotidianamente es el maltrato de algunos dirigentes, porque en realidad son sólo algunos, no todos".
En este sentido sostuvo, en declaraciones radiales, que desde que asumió Carlos Casamiquela se mantuvieron reuniones de trabajo con productores y representantes de productores de todo el país. Pero contrarios a la política de trabajo y diálogo que viene llevando adelante el Gobierno nacional "hay algunos que piensan que el ministro de Agricultura tiene que ser representante sólo de ellos y no un ministro que atiende la cuestión de todo el campo, con todos los matices que éste tiene".
Además, remarcó que aquellos dirigentes que prefieren que el titular de la cartera agropecuaria sea un representante más de dichas organizaciones buscan que la situación sea "como en la época del proceso, que ponían al secretario de Agricultura y éste era representante de Confederaciones Rurales o Sociedad Rural". En este sentido, aseveró: "Están equivocados, nuestro objetivo es defender los intereses de todos los argentinos".
Durante el fin de semana, representantes de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace criticaron las políticas en torno al trigo, como las retenciones y los ROE (Registro de Operaciones de Exportación). "Durante años reclamamos la creación de un Ministerio de Agricultura. Ahora sólo tenemos un ministerio sin un ministro que se preocupe por la producción nacional, porque sólo se dedica a hacer política en vez de accionar con medidas que incentiven a producir más y mejor", sostuvo Rubén Ferrero, presidente de CRA.
Por su parte, el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, señaló que "hoy podríamos estar produciendo 20 millones de toneladas de trigo y ni llegamos a la mitad, con gravísimas consecuencias para los pueblos del interior, que ven mermar su actividad económica. Además, nuestro país ha dejado de ser un abastecedor confiable para mercados tan cercanos como Brasil". Estuvieron también Julio Currás, vicepresidente de FAA, y Carlos Garetto, titular de Coninagro.