Poscosecha

Que se conserven frescos

La temperatura y humedad del grano condicionan la duración del período de almacenamiento. Un grano húmedo y bajo temperatura elevada respirará, perdiendo peso. Siendo menor su calidad y el tiempo de almacenaje

Guardar los granos secos y fríos es la mejor herramienta para conservar su calidad. Pero desde el mismo inicio de la cosecha fina y hasta casi terminar la gruesa la temperatura media ambiente y por tanto la de los granos cosechados es elevada.

La secadora de granos se puede usar todo el año sin restricciones, sin embargo, en muchas estaciones del año principalmente en plena cosecha, no se cuenta con aire ambiente frío para disminuir la temperatura de los granos almacenados en el silo en un período de tiempo aceptable. Esto ocurre principalmente en verano pero también a fines de primavera, y principios de otoño.

Las zonas centro y norte del país poseen temperaturas extremas alrededor de los 40°C, pero aún con temperaturas ambiente de más de 32-35°C es imposible utilizar el aire para refrigerar los granos almacenados en silos.

A partir de esta realidad el INTA realizó unas pruebas en un silo ubicado cerca de la ciudad de Rojas, provincia de Buenos Aires. Este consistió en la instalación de un controlador electrónico de los ventiladores, su función fue encender estos últimos cuando la temperatura ambiente exterior esta inferior a 22°C. Con el aire fresco así insuflado se buscó reducir la temperatura de almacenaje.

Los resultados mostraron que la temperatura de los granos disminuyó de los más de 30°C iniciales en los primeros días de enero, a 25.2°C medidos el día 2 de febrero. De este modo es muy difícil alcanzar los 17°C recomendados para limitar el desarrollo de insectos y minimizar las pérdidas de calidad, pero aún así es una gran ventaja poder reducir 5°C la temperatura de almacenaje. Las pérdidas de calidad se reducen notablemente entre ambas temperaturas.

Aún más frio

Para las condiciones que se describen, la tecnología de refrigeración artificial de granos surge como la principal alternativa. Consiste en utilizar equipos frigoríficos para modificar y acondicionar artificialmente el aire ambiente entregándolo al granel a una temperatura más baja. (fig. 1). También en algunos equipos, se puede modificar el contenido de humedad del aire para evitar el rehumedecimiento o sobresecado de los granos durante el proceso de refrigeración.

Fig. 1: temperaturas ambiente durante los días del ensayo y rango de temperatura del aire frío entregado por el equipo medido en la boca de entrada del silo.

Los equipos permiten insuflar aire frío al silo aún con temperaturas exteriores elevadas, alta humedad relativa e inclusive hasta con precipitaciones. Esto hace que se puedan refrigerar granos por debajo de 17 °C, a expensas de consumo eléctrico, durante la época de máxima temperatura como los meses de diciembre, enero, febrero y marzo en cualquier zona geográfica del país. Los equipos de refrigeración pueden funcionar las 24 horas del día, por lo que dependiendo del caudal en pocos días el grano estará frío, minimizando los riesgos de deterioro.

Los equipos son portátiles, cuentan con chasis y ruedas por lo cual pueden desplazarse dentro de una planta de acopio, o incluso hacia otras plantas para su utilización por algunos días u horas.

Relación de costos

En estaciones calurosas, la refrigeración artificial de granos obtiene resultados diferentes a los de aireación tradicional: las temperaturas finales de los granos son menores y también logradas en menor plazo, además de beneficios en calidad y seguridad de almacenaje a largo plazo. En agroindustria, donde se demanda materia prima de calidad con alto nivel de sanidad e inocuidad es una tecnología superadora.

La amortización del equipo se debe considerar en función del tipo y valor de grano a refrigerar, tamaño del equipo, volumen y localización geográfica. Cuanto mayor es la temperatura ambiente, mayor será el consumo eléctrico (y los costos) para lograr la misma temperatura final. Pero por otro lado, cuanto mayor es la temperatura ambiente, menos chance tenemos de lograr enfriar el grano con aireación tradicional, lo cual aumenta los beneficios obtenidos en la calidad del grano.

En cuanto al consumo energético, ensayos realizados por INTA Pergamino reportaron 2,6 kwh/tn en la refrigeración de 1200 tn maíz con temperatura final promedio de 13,8 °C y de 4,1 kwh/tn en la refrigeración de 1000 tn de trigo con temperatura final de 15,6 °C. Estos consumos pueden subir un poco cuando la temperatura inicial del grano sea mas elevada.

Los ensayos y la bibliografía internacional reportan consumos específicos de entre 2 kwh/tn y 4,5 kwh/tn. Con estos valores, cada planta puede calcular sus costos en función del valor local de la energía eléctrica.

 

Adaptado de “Refrigeración artificial de granos: tecnología en poscosecha para un manejo de calidad.”  Ing. Agr. Rubén Roskopf. Inta Pergamino rroskopf@pergamino.inta.gov.ar 
Ing. Agr. Ricardo Bartosik. Inta Balcarce
rbartosik@balcarce.inta.gov.ar

 

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