Después de la carta que las pymes del biodiésel le enviaron hace dos semanas a la presidenta Cristina Kirchner reclamando un precio diferenciado respecto de las grandes empresas del sector o un sistema de compensación para el producto que venden en el mercado interno a las petroleras , el Gobierno parece haber tomado nota de ese reclamo. Precisamente, en el área del viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, elaboraron un plan y convocaron para hoy a una reunión a petroleras en la que les darían más detalles.
Según trascendió, la idea oficial es segmentar los precios del biodiésel. Pero el plan no se termina ahí. Además, el Gobierno les diría a las petroleras (que por ley están obligadas a comprar el biodiésel para cortarlo al 7% con gasoil) a quiénes y cómo deberán adquirir este biocombustible. El objetivo de esta iniciativa es "que los más chicos cobren más para que no se fundan".
Las pymes, que antes de entrar en crisis aportaban el 50% de la oferta de este producto, argumentan que tienen costos más elevados que las grandes empresas del rubro, muchas de ellas con sus propias fábricas de aceite (el aceite de soja es el insumo clave para el biodiésel) y con actividades como exportadoras. En las pymes estiman en unos 800 pesos por tonelada adicionales su costo respecto de las grandes compañías.
Marcha atrás
"Ojalá que lo que están pensando pueda ser positivo", dijo anoche un industrial pyme. Hasta el cierre de esta edición, las pymes de biodiésel no habían sido convocadas al encuentro con las petroleras.
Con el nuevo plan, es la tercera vez en cuatro meses que el Gobierno interviene y da marcha atrás en este rubro.
En agosto pasado, Kicillof fue el ideólogo de la baja del precio interno del biodiésel, de $ 5195 la tonelada a 4405,3. Lo hizo para que la estatizada YPF pudiera acceder más barato al biocombustible.
En paralelo, el viceministro fue el autor del aumento de las retenciones del 14% a una tasa efectiva del 24 por ciento.
En medio de fuertes críticas, a principios de octubre pasado volvió sobre sus pasos y dejó el valor en 4661 pesos la tonelada. En ese contexto, para las retenciones se estableció un esquema móvil actualizable cada quince días que serviría, además, para hacer la ecuación del precio interno.
En ese momento, la retención se fijó en 19,1%, casi cinco puntos menos que el anterior nivel.
Con el cambio de norma se decidió la creación de una Unidad Ejecutora de Monitoreo, integrada por diversos funcionarios, pero controlada por Moreno y Kicillof. Esa unidad tenía por objetivo actualizar cada quince días las retenciones y definir el precio del combustible.
Sin embargo, no se cumplieron los pasos de la reprogramación quincenal que se había previsto.
"Todavía no fijaron, por ejemplo, el precio correspondiente a noviembre", expresaron en una pyme del sector.
Antes de pedirle ayuda por carta a la Presidenta, las pymes negociaron con Moreno y Kicillof, pero no tuvieron la respuesta que buscaban. Ahora el Gobierno tiene un nuevo plan para actuar directamente con las petroleras.
Fernado Bertello