La mosca de alas manchadas (Drosophila suzukii) es una plaga que ha generado preocupación en Villa La Angostura. Esta mosca, similar a las comunes moscas del vinagre, puede atacar frutas sanas, lo que afecta la calidad de los cultivos locales.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) capacitó a productores de frutas finas de la cordillera neuquina sobre la Drosophila suzukii (mosca de alas manchadas).
Durante el encuentro, que se llevó a cabo en Villa La Angostura junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Agencia de Producción local, se brindó información acerca de "cómo disminuir los daños provocados por esa plaga en las producciones regionales de frambuesa, cereza, arándano y frutilla", indicó el comunicado del Senasa.
Desde 2014, ante la detección de la plaga en la región patagónica, se desarrollan acciones de vigilancia y prevención a través de la puesta en marcha de una Red de trampas específicas instaladas en producciones frutales y otros hospedantes alternativos de Neuquén, Río Negro, y Chubut y Santa Cruz.
Acerca de la plaga
La característica principal de la plaga es que los insectos machos presentan alas manchadas y las hembras tienen un mecanismo de oviposición aserrado que corta la cutícula de la fruta y la daña en su proceso de maduración.
"En términos de prevención, se instalan trampas para la detección temprana de insectos adultos y se ejecutan monitoreo para determinar los momentos oportunos de control", indicaron. Las frutas de la zona susceptibles de ser afectadas son frambuesa, arándano, casis, grosella, cereza, frutilla, calafate, rosa mosqueta, corinto y mora.