Los últimos datos del Departamento de Agricultura norteamericano (USDA, por sus siglas en inglés) señalan el buen momento por el que pasa la oleaginosa de ese país desde el punto de vista climático que, de seguir, va camino a los 103 millones de toneladas.
Esta superproducción empuja al poroto a la baja. La posición noviembre cayó en algo más de un mes 14%, al pasar de u$s451 a fines de junio a los actuales 388.
Frente a este escenario vale recordar que, en el plano local, la soja disponible tuvo su primavera una semana atrás cuando llegó a u$s305 y ahora está cotizando a 294. Sin embargo, “hay grandes chances de que continúe la tendencia bajista siempre que los americanos confirmen su cosecha”, dijo el director de Agripac, Pablo Adreani, a lo que agregó: “El productor se está jugando a una devaluación y no toma en cuenta la potencial baja del mercado”.
Efectivamente, los casi u$s315 que se vieron por Rosario no fueron suficientes para que el productor vendiera ampliamente. Y es que apostaba a una nueva devaluación que le permita un ingreso mayor.
Para la analista de mercado Lorena Dangelo, “el productor no perdió considerando los costos que tuvo, pero sí dejo de ganar, y si el precio sigue bajando puede perder dinero para aplicar a la próxima campaña, que viene mucho más ajustado”.
Varios productores del sur de Córdoba y norte de Buenos Aires consultados por este diario coincidieron en un solo tema: “No estamos atentos a lo que pase con el default”, pero “sí hay preocupación por ver qué pasará con la soja en los próximas semanas”.
Frente a un default que puede durar hasta fin de año no significa ningún problema para las exportadoras que deben tomar créditos en el exterior. Pero sí como se dijo antes la cotización del poroto. Panorama incierto. El clima y China tienen la última palabra.
Merino Soto