De las 25 mil hectáreas que se implantaron gracias a los beneficios de la Ley 20.021 de diferimientos impositivos, hoy sólo quedan en producción algo más de 7 mil debido a los altos costos y los bajos rendimientos industriales en la producción de aceite, sumado a la "vecería" del cultivo, -el olivo tiene un pico de producción cada dos años-. En la actualidad, quienes continúan en el negocio se encuentran en una etapa de reconversión varietal
Persiguiendo el camino de la rentabilidad, nace como una alternativa la asociación de la producción olivícola con la actividad ganadera ovina. En esa línea, surge un escenario nuevo de sostenimiento económico entre ambas actividades.
Con el propósito de observar la dinámica de los animales a campo, "Catamarca Rural", llegó hasta el Departamento Capayán, para consultarle al técnico Rubén Gil, de vasta experiencia en la cría de ovinos entre olivos al estilo europeo. Reveló que el secreto está en el Buffel Gras (Cenchrus Ciliaris), "es la vedette en esta ecuación por su adaptabilidad a las condiciones agroecológicas en el Valle Central. Lo que para muchos es una maleza, para este esquema es un sistema de biomasa con una entrega de 3 mil kg de materia seca por hectárea con una receptividad de entre seis y diez animales", explicó.
Además, resaltó que el estiércol de las ovejas aporta micronutrientes y oligoelementos que en total representan un 40 % de los requerimientos de una planta adulta en producción. Al respecto, detalló que una oveja excreta unos 500 gr por día y ese aporte lo hace en forma directa al campo o desde los corrales para compostar, y sobre la reducción de costos advirtió que los ovinos comen los "chupones" tiernos de la base de la plantas y el pasto de los interfoliares, generando así una reducción del 15% en el desmalezado.
"A eso hay que sumarle los ingresos por la venta de corderos, capones, borregos y refugo -animales grandes y de avanzada edad- que son muy buscados por la calidad de su carne, puntualizó.
Por otro lado, el técnico destacó la ventaja de contar con frigoríficos habilitados en la zona como el de: Chumbicha; Lavalle; o Capital.
Con respecto al daño en las plantas, Rubén Gil, aseguró que el ovino requiere de un manejo adecuado con suplemento dietario, sal, etc. además de un cronograma de vacunación, atención veterinaria, y buenas instalaciones, "si se observan evidencias de daño en la corteza de los árboles es por falta de suplementación adecuada, no obstante ese perjuicio en ningún caso generó pérdidas de plantas, como tampoco la disminución de la producción", advirtió. De todas maneras, agregó que se puede morigerar con el uso de bozales existentes en el mercado, o con repelentes específicos.
Vamos a los bifes
El sistema biodinámico le aporta a la carne características diferenciales gracias al aporte del Buffel Grass, los chupones de olivo, las hojas de la poda, y las aceitunas del suelo, "ese manejo particular le da cierta caracterización a la carne, ya que los animales que se crían caminando y comiendo pasto (sistemas extensivos) la producen con menos grasa intramuscular, magras y por lo tanto más saludables, a la vez que reduce los costos de alimentación frente a otras carnes alternativas", explicó Gil.
Por añadidura, resaltó que el sistema es puramente orgánico, tanto la producción de aceitunas, la elaboración del aceite y las carnes, "estamos generando un sistema de "biodinámica" donde lo extraído al suelo por la producción frutícola lo vuelven a incorporar de forma natural las ovejas, dando como resultado una ecuación económica costo-beneficio que cierra perfectamente". En ese sentido, aseguró que tener una mirada y actitud diferente a las tradicionales puede ser la diferencia entre la continuidad del emprendimiento o su cierre, "la adaptación a los nuevos desafíos es parte de la supervivencia empresarial", sentenció.
Creditos: Carlos Arauz
