La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), mediante la resolución general 3873, dispuso este lunes la creación de un Registro Fiscal en el que deberán inscribirse todos los operadores de la cadena de ganados y carnes, incluidos los productores. Se trata de la primera medida concreta del nuevo gobierno de Mauricio Macri para enfrentar el alto grado de informalidad que existe en el negocio, donde los niveles de evasión se estiman en unos 10 mil millones de pesos anuales.
A primera vista, la decisión de Alberto Abad y sus sabuesos apunta a replicar en el negocio de la carne el modelo vigente en el mercado de granos, donde ya existe un registro fiscal de operadores que dispone algunos beneficios para las empresas que estén incluidas, básicamente en los regímenes de percepciones, pago a cuenta y retenciones de IVA. La resolución publicada en el Boletín Oficial también establece nuevas reglas en esa materia para quienes producen y comercializan carne vacuna y cueros.
En concreto la AFIP ordenó la creación del llamado “Registro Fiscal de Operadores de la Cadena de Producción y Comercialización de Haciendas y Carnes Bovinas y Bubalinas (RFOCB)", en el que "podrán inscribirse" productores de cría, cabañeros, invernadores, feed lots, frigoríficos y mataderos, matarifes, consignatarios, comercializadores de subproductos, y hasta los mercados concentradores como el del Liniers. Solo "quedan exceptuados de dicha obligación los transportistas de hacienda", dice la normativa.
Obviamente, de acuerdo con la resolución, los operadores que intenten inscribirse en el nuevo Registro deberán exponer una posición intachable en materia impositiva y no tener procesos judiciales pendientes. El trámite para entrar se realizará vía Internet, mediante clave fiscal con nivel de seguridad 3. "La solicitud de inclusión en el Registro implica la adhesión voluntaria del responsable al presente régimen", definió la AFIP, confirmando que se trata de un sistema que premiará a los buenos pagadores de impuestos con ventajas impositivas frente al resto, que quedará fuera del RFOCB.
En ese sentido, y como ya sucede con el Registro Fiscal de Operadores de Granos, la nueva norma establece cómo serán los procedimientos para "suspender" o "excluir" a los operadores del negocio de la carne vacuna que no logren, por h o por b, cumplir con todos los requisitos para formar parte de esta suerte de club de buenos alumnos en materia fiscal.
Una de las consecuencia de la suspensión, no inclusión o exclusión del nuevo Registro será que la AFIP informará de la situación de cada uno de los operadores tanto al Ministerio de Agroindustria como al Servicio Nacional de Sanidad o Calidad Agroalimentaria (Senasa). En el primero de los organismos ya funciona el RUCA (Registro Unico de Operadores de la Cadena Agroalimentaria), donde es obligatorio aparecer para no ser considerado por el Estado como un operador marginal en el negocio.
Pero la principal consecuencia de no figurar en el flamante Registro Fiscal es que "todos los operadores que se encuentren suspendidos, no incluidos o excluidos quedarán alcanzados por las alícuotas y valores de los regímenes de percepción, pagos a cuenta y retención" previstos en otro capítulo dela misma resolución.
En dicho apartado se define que los propietarios de establecimientos de faena, los usuarios de esos frigoríficos (matarifes) y los consignatarios de hacienda deberán actuar como agentes de percepción del IVA. Y que los productores que hagan negocios con ellos serán sujetos de distintos descuentos según sea si figuran o no en el nuevo Registro.
Por ejemplo: por la compra directa de hacienda para faena, un matarife deberá trasladar a la AFIP un pago a cuenta de 40 pesos por cabeza, que descontará al vendedor si este figura en el RFOCB. Pero si el ganadero no aparece en el nuevo Registro, ese descuento crecerá a 65 pesos. Mucho más contundente es lo que sucederá con las retenciones de IVA que deben aplicarse, pues se retendrá 5% del valor bruto de la operación a quienes no estén dentro del club, contra un premio de 0% para los buenos cumplidores.
"Las retenciones deberán practicarse en el momento del pago de los importes -incluidos aquellos que revistas el carácter de señas o anticipos que congelan precio- atribuibles a la operación. Si el pago fuera parcial, corresponderá que las retenciones se efectúen por el importe total de la operación", estableció además la AFIP.
La primeras reacciones de los productores frente a esta ofensiva fiscal fue negativa, pues el sector productivo ya está obligado a presentar todo tipo de papeles para poder integrar diferentes Registros que están en manos de diversos organismos, como el mencionado RUCA o el Registro Sanitario del Senasa. De todos modos, la decisión de la AFIP había sido conciliada con las autoridades de la cartera agropecuaria, que seguramente adaptarán sus normativas. Allí desembarcó en las últimas semanas Marcelo Rossi, un reconocido técnico que manejó la ex ONCCA hasta 2006, y que ya mantuvo reuniones de trabajo con los funcionarios de la AFIP para poner en marcha una estrategia que apunta sobre todo contra los operadores marginales de una cadena donde los niveles de evasión llegan a unos 10 mil millones de pesos cada año.
Matías Longoni