Ubicada en el corazón de una de las regiones más productivas del país y con el 90 % de su superficie ocupada por suelos agrícolas, la cuenca del río Arrecifes abarca 870.000 hectáreas. Para anticiparse a posibles crecidas que afecten a la producción, el INTA junto con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), el Instituto Nacional de Agua (INA) y el Comité de Cuenca del río Arrecifes, validó un sistema de alerta temprana.
Francisco Damiano, especialista del Instituto de Clima y Agua del INTA, destacó la importancia de contar con un servicio de alerta hídrica temprana. “La red ofrece información a la comunidad urbana y rural mediante el envío telemétrico de datos a las agencias encargadas del manejo de emergencias como Defensa Civil, organismos locales de hidráulica, Bomberos, Policía y Salud Pública de cada municipio”.
“La red de monitoreo opera vía internet en tiempo real con paso horario”, señaló Damiano, quien integra el Programa Nacional Agua del INTA, agregó que “fue instalada y es mantenida operativamente por el INTA y la CONAE; además, participan los municipios de Pergamino, Salto y Arrecifes mediante el Comité de Cuenca y la Autoridad del Agua de la provincia de Buenos Aires”.
En septiembre, con la instalación del último punto en el río Arrecifes, se completó la red de sensores. “Los modelos matemáticos usados en hidrología necesitan ser validados con datos independientes y distintos de aquellos usados para calibración”, indicó el técnico del INTA.
De acuerdo con Marcelo Uriburu Quirno, de la misión Saocom de la CONAE (Satélite de observación con microndas), un sistema de alerta temprana de crecidas “es un instrumento que sirve para la prevención de inundaciones, mediante la predicción y el aviso de crecidas”.
El objetivo de la red es la de anticipar tormentas severas y pronosticar crecidas con la mayor antelación posible a partir de los pronósticos vigentes de tormentas severas, lo que mejora la toma de decisiones por parte de las autoridades encargadas de las emergencias.
La red de alerta de crecidas aporta la información básica para validar y ajustar modelos matemáticos hidrológicos de la cuenca, y para operarlos para elaboración de pronósticos con un horizonte de 3 a 4 días del riesgo de superación de umbrales de emergencia establecidos previamente.
“Esta red de observación en el río Arrecifes, está compuesta por sensores hidrométricos –limnígrafos y reglas graduadas– y meteorológicos –estaciones automáticas y pluviómetros–”, detalló el especialista de la CONAE.
Más allá de la utilidad de las redes de monitoreo con fines de investigación y desarrollo en sistemas de alerta temprana de crecidas, Damiano destacó que “brindan también un importante servicio a la comunidad, en relación a la calidad ambiental como monitoreo de calidad de agua, contaminantes urbanos, rurales y transporte de sedimentos”.