El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, reconoció que en caso de no cesar las precipitaciones, la cosecha de soja estimada en 59 millones de toneladas se podría complicar y que "si no paran las lluvias se pierden los rindes". Al mismo tiempo el productor agropecuario Gustavo Grobocopatel calculó potenciales pérdidas en "dos o tres millones de toneladas".
Las lluvias de las semanas pasadas, en las que cayeron entre 50 y 150 milímetros en la región pampeana y Litoral, según informó el Ministerio de Agroindustria, generaron varios inconvenientes por el anegamiento de los terrenos y la imposibilidad de acceder a los campos para realizar las tareas de recolección de soja y cosecha del poroto, aunque Buryaile sostuvo que si las condiciones climáticas mejoran "no habrá mayores problemas" y se podrá llevar a cabo.
El ministro manifestó además su preocupación por el ingresos de las divisas provenientes a la liquidación que efectúan los agroexportadores y que en la última semana fue un 42% menor que al año pasado.
Buryaile indicó que todavía no cuentan con un "balance de las inundaciones" pormenorizado, sino con información parcial, aunque dijo que en algunas zonas las pérdidas ya son totales y que "la situación de emergencia que había en algunos lugares se transformó en situación de desastre".
El funcionario destacó que "muchos lugares ya tienen declarada la emergencia agropecuaria que dispara de inmediato la suspensión del pago de impuestos nacionales y provinciales, y los vencimientos en la banca oficial" y recordó que "hay un fondo instituido por ley, de $ 500 millones, que es nada da luz de lo que se está viviendo hoy", por lo que "seguramente se va a ampliar", aunque subrayó que "nunca jamás va a alcanzar para compensar las pérdidas que se sufrieron".
El ministro explicó que "hasta el momento, la zona núcleo granífera no tiene los mismos problemas que el Litoral", donde se produjeron fuertes inundaciones y, según la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, hay 350.000 hectáreas de soja en esa provincia en alerta roja y que "las pérdidas pueden ser cuantiosas" para los productores sojeros.
La entidad también informó que los inconvenientes climáticos provocaron el peor avance de la cosecha en 14 años, con tan sólo el 5% del área sembrada trabajada, la cual asciende a 1.345.400 hectáreas.
Por su parte, el productor agropecuario Gustavo Grobocopatel calculó daños en "dos o tres millones de toneladas de soja" y remarcó que "aunque dejara de llover el prejuicio es grande". Además, sostuvo que "si siguen las lluvias, cada día el problema se agrava en forma exponencial, porque el grano se empieza a dañar" y que "es un perjuicio importante y va a influir en la falta de divisas, si bien la menor oferta de soja en el mercado internacional hizo aumentar el precio o detuvo la baja, por lo que hay una compensación", dijo el productor.