En el último viaje de capacitación lechera a Estados Unidos realizado por la Fundación Producir Conservando, se abordaron diversos temas relacionados con la producción lechera y uno de los más relevantes fue dedicado a la reproducción del rodeo.
En principio, preñar rápida y eficientemente es la clave para tener el rodeo en estado corporal óptimo y no gordo al secado. Esto mantiene a las vacas en la zona más productiva de la curva de lactancia, por lo cual los animales producen más leche, demandan más energía y no llegan con bajos requerimientos al final de la lactancia, momento en que sí o sí se engordarían. La idea es que logrando secados con condición corporal (CC) 3 o 2.75 y manteniendo esta condición durante el secado y preparto, las vacas no pierden estado posparto, sino que lo mantienen durante toda la lactancia.
Palabra autorizada
Francisco Oliverio, asesor de la entidad, pone de relieve el intercambio realizado con Paul Fricke (en la Universidad de Wisconsin, en Madison), un reconocido especialista en la materia que desarrolla su actividad en el estado más tambero de todo el país de las barras y las estrellas.
Interesaba conocer de qué manera los estadounidenses lograban tasas de preñez superiores al 35 % a la primera inseminación. De acuerdo con la visión de Fricke, hay dos caminos para tener una excelente reproducción en un rodeo lechero: contar con un buen programa de fertilidad y lo que él llama "el ciclo de alta fertilidad".
Es importante entender que las vaquillonas suelen tener mejores índices reproductivos que las vacas, no por genética sino por un tema hormonal. Estas cuentan con cuerpos lúteos más chicos, pero de mayor producción de progesterona, mientras que las vacas tienen cuerpos lúteos más grandes, pero de menor producción de progesterona.
Asimismo, las vacas consumen más materia seca que las vaquillonas, producen más leche por día, menos progesterona, tienen folículos más grandes y más chances de poliovulación (mellizos).
Mucho mejor
El desafío entonces es lograr grandes producciones de leche y progesterona en vacas y para eso utilizan el protocolo de sincronización para inseminar a tiempo fijo llamado Doble Ovsynch, que les permite alcanzar excelentes resultados.
¿En qué consiste? Ha sido desarrollado con el fin de superar limitaciones de la presincronización convencional. El Presynch se reemplaza por un Ovsynch inicial y a los 7 días arranca el segundo Ovsynch. Estudios comparativos indican que las vacas tratadas con Doble Ovsynch tuvieron mejores tasas de concepción a la primera inseminación comparadas con las vacas en el tratamiento de Presynch- Ovsynch convencional. En consecuencia, se espera que el Doble Ovsynch tenga mejor fertilidad de forma consistente en diferentes explotaciones lecheras y es por eso que es muy utilizado en Estados Unidos.
Es por acá
El segundo pilar del éxito reproductivo planteado por el Dr. Fricke es el ciclo de alta fertilidad. No todas las vacas pierden condición corporal posparto, algunas la mantienen y otras incluso la mejoran.
Diversos estudios demuestran que las tasas de concepción más elevadas en el primer servicio se logran en animales que ganan peso posparto. Para eso es clave monitorear la condición corporal del rodeo, ya que si la vaca está en balance energético negativo y pierde peso, el éxito en la inseminación será muy bajo. Con protocolos como el doble Ovsynch logran preñar el 90 % de los animales (T.P 31 %) entre los 76 (espera voluntaria) y los 176 días en leche, es decir, en 100 días.