El Gobierno tiene decidido mantener el programa Precios Cuidados por lo menos hasta fin de este año. Sin embargo, si la inflación muestra los dígitos que el oficialismo espera en el tan promocionado segundo semestre, desde 2017 el plan creado por Axel Kicillof, altamente valorado por el consumidor, y en el que la actual gestión encontró algunas virtudes, será discontinuado.
A contramano de Kicillof y de su secretario de Comercio, Augusto Costa, el equipo actual de esa área, que conduce Miguel Braun y ejecuta su subsecretario de Comercio Interior, Javier Tizado (h.), descree de que el plan de acuerdos voluntarios de precios sirva para controlar la inflación. Para que eso finalmente ocurra, los funcionarios repiten el mantra oficial: los precios bajarán gracias a la "normalización" de la economía y el reordenamiento de las variables macro (el frente fiscal y el monetario).
No obstante, según indicaron a LA NACION fuentes oficiales, la decisión de mantener Precios Cuidados durante el primer año del gobierno de Mauricio Macri responde a, por lo menos, tres causas distintas: sirvió para "acompañar la coyuntura" de elevada inflación del primer semestre, mostrando una política gradualista; según datos oficiales, mantiene una imagen "muy positiva" entre el público en general, y ayudó a las pymes a reposicionar sus productos en los supermercados.
"El programa fue prorrogado hasta septiembre, pero seguirá hasta fin de año", confirmó un funcionario. El mismo hombre estimó que si los próximos meses comienzan a mostrar índices mensuales "con un uno adelante", como aseguró el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, los más probable es que el plan no siga el año próximo. "Nos sirvió para apoyar la coyuntura. Los cambios bruscos no son buenos", agregó el funcionario.
Por otro lado, en un contexto en el que la inflación se convirtió en una preocupación de la gente, Precios Cuidados mantiene una muy buena imagen. Datos oficiales estiman que el programa es valorado positivamente por entre el 70 y el 80% de los consultados. Por ende, en el actual marco, el Gobierno entendió que discontinuarlo era pagar costos políticos innecesarios.
En el futuro, el Ejecutivo espera involucrarse cada vez menos en los costos empresariales (ante problemas de abusos o cartelización, volcará las denuncias en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia) y pondrá su foco en mejorar la competitividad y la competencia en los diferentes mercados. Esa búsqueda llegará a través de la mejora de la logística y la infraestructura, más financiamiento para cadenas de valor y, sobre todo, la eliminación de trabas burocráticas para las pymes.
"Precios Cuidados se convirtió en una marca aprovechada para las pymes", reconoció el funcionario. Según estimó, gracias a estar en el programa muchas pequeñas firmas y productores regionales ganaron visibilidad en los supermercados. Es por eso que si el compromiso con las empresas se disuelve el año que viene, el Gobierno buscará sustituir esas virtudes del actual programa con alguna reglamentación que visibilice los productos de las pymes y los regionales en las góndolas.
La última renovación
El 6 de mayo pasado, el programa Precios Cuidados fue ampliado (los productos pasaron de 324 a 400, un alza de 23%) y fue extendido hasta el 6 de septiembre próximo (fue la segunda vez que la gestión de Braun decidió prorrogarlo). Además, se autorizaron aumentos de precios de 4,8% y se incluyeron en la lista carne, pan y productos frescos. Además del pan fresco, se sumaron cortes tradicionales de carne vacuna, enlatados, snacks, repelentes, alcohol en gel y afeitadoras descartables, entre otros.
Por otro lado, en el Gobierno señalaron que cambiarían el logo de Precios Cuidados. "Es para que los supermercados deban volver a imprimir y recolocar carteles", contaron entonces fuentes oficiales.
Lo cierto es que si el anhelado segundo semestre finalmente arriba con buenas noticias, el programa de Kicillof tendrá los días contados.