El ingreso en breve de la nueva campaña de soja 2015/2016 significará una baja en los precios de alrededor de u$s30 por tonelada. Con aún 10,5 millones de toneladas sin vender del ciclo pasado, la fuerte retención representará u$s285 millones menos para el Banco Central. Para el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) los valores del poroto seguirán retrocediendo a lo largo del año.
Durante el Foro Anual de Perspectivas del USDA desarrollado entre el jueves y viernes de la semana pasada hubo una sola conclusión: precios por debajo de los actuales.
El organismo norteamericano estimó un soja a u$s310 la tonelada en Chicago en promedio para el ciclo 2016/2017. Esto quiere decir un valor para el productor local de alrededor de 200 dólares.
Entre los argumentos vertidos por los expertos se destaca la mayor producción a nivel global y donde se destacó que la mejora en el tipo de cambio hará que la Argentina siembre más soja.
La caída en los valores no es una buena noticia para el Banco Central que depende, y mucho, de lo que haga el campo en 2016. Según datos del Intercambio Comercial Argentino (ICA) difundido por el Indec, el año pasado dejó un saldo negativo de la balanza comercial de 8% en la relación anual.
Lo cierto es que el productor no vende como el Gobierno quisiera y usa su grano como moneda de cambio. En los siguientes veinte días se hará efectivo el precio a cosecha que ronda los u$s211 la tonelada versus los 240 que ofrecen las exportadoras si la soja se entrega ya.
Los datos del Ministerio de Agroindustria muestran que hay todavía 10,5 millones de toneladas en el campo. Los analistas consultados entienden que parte de ese volumen se usará para pagar los gastos de cosecha.
A valores actuales, las toneladas que esperan ser comercializadas representan ingresos por u$s2.500 millones, pero si se postergan las mismas pasarán a valer 2.200 millones de dólares. Es decir, que se perderán divisas por casi u$s300 millones, de los cuales 90 millones es lo que el productor dejará de recibir.
La buena es que se esperan altos rendimientos. El informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) anticipó 37 quintales por hectárea gracias a que el agua llegó en el momento justo, y en algunos casos podrían alcanzar los 55 quintales. Las mayores toneladas ayudarán al productor a equilibrar los altos costos que tuvo que desembolsar previo a la siembra.
