9 Dic 2012
En parte por factores exógenos, como la sequía que afectó las exportaciones agrícolas o la menor demanda de autos en Brasil, pero sobre todo por temas internos, como el parate en la actividad económica y las medidas oficiales que afectaron tanto a las exportaciones como las importaciones, el comercio exterior de la Argentina se contrajo en lo que va del año casi tanto como el de la golpeada Europa.
No se trata -como sugiere el Gobierno con su teoría acerca de que "el mundo se nos cayó encima"- de una tendencia generalizada a nivel global, ya que en Asia, América del Norte y la gran mayoría de los países latinoamericanos el comercio exterior continuó creciendo o cayó a tasas moderadas.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), entre enero y septiembre el comercio exterior total de la Argentina (la suma de las exportaciones y las importaciones) totalizó US$ 112.762 millones, 5,2% menos que en igual período de 2011. En el acumulado hasta octubre (último dato disponible) la baja fue casi la misma (5,1%), pero se usará la información hasta septiembre porque la información para la mayoría de los países está actualizada hasta ese mes.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) presenta cada mes las estadísticas oficiales de comercio exterior de alrededor de 70 economías, entre las que están las más grandes a nivel mundial. En el acumulado de los primeros nueve meses del año, el comercio exterior total de esas naciones se contrajo 0,7% frente a igual período del año pasado.
Esta caída fue resultado, sobre todo, de la crisis que atraviesa Europa, cuyo comercio total se contrajo 6%. Según las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), este año el PBI de Europa crecerá apenas 0,1%. El estancamiento económico (que en varios países ya es recesión), sumado a las políticas de ajuste y a la caída del consumo derivada de las altas tasas de desempleo, explican que en los tres primeros trimestres del año las importaciones europeas se hayan reducido 7 por ciento. Las exportaciones, en tanto, cayeron 5,1%. Obviamente, dentro de Europa, hay países como Grecia y España, con caídas pronunciadas en el comercio, y otros con bajas más moderadas, como el Reino Unido.
En América del Norte, el comercio en los tres primeros trimestres de 2012 mostró un crecimiento de 4,1% frente a igual período del año anterior. El país más dinámico fue México, cuyas exportaciones crecieron 6,3%, mientras que sus importaciones lo hicieron en 4,8%. En Estados Unidos los crecimientos fueron de 5,1% y 3,9% y en Canadá, de 1,2% y 2,6 por ciento, respectivamente.
Las principales economías asiáticas, en tanto, también mostraron flujos de comercio crecientes. El intercambio de China creció 6,2%; el de Japón, 3% y el la India, 0,9%. En los dos últimos países el crecimiento del comercio total se dio pese a la baja de sus exportaciones (-0,5% y -4,8%, respectivamente). Es decir, las mayores importaciones alcanzaron para compensar esa caída.
Algo similar pasó en Chile, cuyas exportaciones cayeron 5,5%, pero el comercio lo hizo solo en 0,7% por el aumento de las importaciones (4,6%). En Brasil el comercio se contrajo 3,3%, principalmente por la baja en las exportaciones, mientras que en Paraguay la caída fue de 9,8% por la sequía que afectó a la producción agrícola y, en consecuencia, a la economía en general. En los demás países de la región, el intercambio con el resto del mundo aumentó.
La contracción de 5,2% para el caso argentino se explica por una caída de 2,7% en las exportaciones, pero, sobre todo, por el desplome de 8,1% en las importaciones. Los principales factores que influyeron en las menores ventas al exterior fueron la sequía de principios de año, que afectó a la cosecha agrícola, las menores exportaciones de autos hacia Brasil y también la decisión oficial de acortar los plazos para liquidar divisas, que afectó, entre otros, al sector minero. Por el lado de las importaciones, la baja fue consecuencia de la desaceleración económica y, principalmente, de las restricciones oficiales para evitar la salida de divisas.
Para el economista jefe de Elypsis, Luciano Cohan, "las cifras muestran claramente que la Argentina es una excepción por su política comercial". Según Cohan, las trabas a la importación "amplifican los ciclos comerciales". Es decir, además de los efectos adversos que provoca una caída en las exportaciones, la actividad se ve afectada también por las menores importaciones, lo que representa una política procíclica.
Por su parte, Mauricio Claverí, economista de abeceb.com, opinó que la baja en las exportaciones de la Argentina es "razonable" en el actual entorno internacional y mencionó que otros países latinoamericanos también mostraron caídas en sus ventas. La diferencia, destacó, es que en el resto de la región la demanda y las importaciones continuaron creciendo, mientras que en la Argentina se produjo una baja "artificial" en las compras al exterior, motivada por las trabas oficiales. Para Claverí, esto tiene consecuencias a largo plazo sobre la competitividad del país, pues medidas como las restricciones a la importación y la prohibición de remitir utilidades al exterior tienen un "impacto permanente sobre las inversiones".
No se trata -como sugiere el Gobierno con su teoría acerca de que "el mundo se nos cayó encima"- de una tendencia generalizada a nivel global, ya que en Asia, América del Norte y la gran mayoría de los países latinoamericanos el comercio exterior continuó creciendo o cayó a tasas moderadas.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), entre enero y septiembre el comercio exterior total de la Argentina (la suma de las exportaciones y las importaciones) totalizó US$ 112.762 millones, 5,2% menos que en igual período de 2011. En el acumulado hasta octubre (último dato disponible) la baja fue casi la misma (5,1%), pero se usará la información hasta septiembre porque la información para la mayoría de los países está actualizada hasta ese mes.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) presenta cada mes las estadísticas oficiales de comercio exterior de alrededor de 70 economías, entre las que están las más grandes a nivel mundial. En el acumulado de los primeros nueve meses del año, el comercio exterior total de esas naciones se contrajo 0,7% frente a igual período del año pasado.
Esta caída fue resultado, sobre todo, de la crisis que atraviesa Europa, cuyo comercio total se contrajo 6%. Según las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), este año el PBI de Europa crecerá apenas 0,1%. El estancamiento económico (que en varios países ya es recesión), sumado a las políticas de ajuste y a la caída del consumo derivada de las altas tasas de desempleo, explican que en los tres primeros trimestres del año las importaciones europeas se hayan reducido 7 por ciento. Las exportaciones, en tanto, cayeron 5,1%. Obviamente, dentro de Europa, hay países como Grecia y España, con caídas pronunciadas en el comercio, y otros con bajas más moderadas, como el Reino Unido.
En América del Norte, el comercio en los tres primeros trimestres de 2012 mostró un crecimiento de 4,1% frente a igual período del año anterior. El país más dinámico fue México, cuyas exportaciones crecieron 6,3%, mientras que sus importaciones lo hicieron en 4,8%. En Estados Unidos los crecimientos fueron de 5,1% y 3,9% y en Canadá, de 1,2% y 2,6 por ciento, respectivamente.
Las principales economías asiáticas, en tanto, también mostraron flujos de comercio crecientes. El intercambio de China creció 6,2%; el de Japón, 3% y el la India, 0,9%. En los dos últimos países el crecimiento del comercio total se dio pese a la baja de sus exportaciones (-0,5% y -4,8%, respectivamente). Es decir, las mayores importaciones alcanzaron para compensar esa caída.
Algo similar pasó en Chile, cuyas exportaciones cayeron 5,5%, pero el comercio lo hizo solo en 0,7% por el aumento de las importaciones (4,6%). En Brasil el comercio se contrajo 3,3%, principalmente por la baja en las exportaciones, mientras que en Paraguay la caída fue de 9,8% por la sequía que afectó a la producción agrícola y, en consecuencia, a la economía en general. En los demás países de la región, el intercambio con el resto del mundo aumentó.
La contracción de 5,2% para el caso argentino se explica por una caída de 2,7% en las exportaciones, pero, sobre todo, por el desplome de 8,1% en las importaciones. Los principales factores que influyeron en las menores ventas al exterior fueron la sequía de principios de año, que afectó a la cosecha agrícola, las menores exportaciones de autos hacia Brasil y también la decisión oficial de acortar los plazos para liquidar divisas, que afectó, entre otros, al sector minero. Por el lado de las importaciones, la baja fue consecuencia de la desaceleración económica y, principalmente, de las restricciones oficiales para evitar la salida de divisas.
Para el economista jefe de Elypsis, Luciano Cohan, "las cifras muestran claramente que la Argentina es una excepción por su política comercial". Según Cohan, las trabas a la importación "amplifican los ciclos comerciales". Es decir, además de los efectos adversos que provoca una caída en las exportaciones, la actividad se ve afectada también por las menores importaciones, lo que representa una política procíclica.
Por su parte, Mauricio Claverí, economista de abeceb.com, opinó que la baja en las exportaciones de la Argentina es "razonable" en el actual entorno internacional y mencionó que otros países latinoamericanos también mostraron caídas en sus ventas. La diferencia, destacó, es que en el resto de la región la demanda y las importaciones continuaron creciendo, mientras que en la Argentina se produjo una baja "artificial" en las compras al exterior, motivada por las trabas oficiales. Para Claverí, esto tiene consecuencias a largo plazo sobre la competitividad del país, pues medidas como las restricciones a la importación y la prohibición de remitir utilidades al exterior tienen un "impacto permanente sobre las inversiones".