La producción y comercialización de bioetanol en Argentina está atravesando un momento crucial para su futuro. A fines de septiembre, laSecretaría de Energía de la Nación impulsó a través de la Resolución 44/2014 que las empresas petroleras deberán terminar el año agregando, durante septiembre, octubre, noviembre y diciembre, un 0.5 por ciento más de bioetanol en las naftas.
De esta manera se alcanzará un corte del 10 por ciento, que es el paso que desde la industria consideraban necesario para optimizar la utilización de la capacidad instalada. Sin embargo, la misma resolución modificó el esquema de precios y de esta manera la polémica parece continuar.
A nivel legislatura, los diputados por el Partido Justicialista Carlos Caserio, Juan Schiaretti y Blanca Rossi, presentaron ante la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de resolución que buscará una respuesta a esta situación. En dicho proyecto, presentado a principios de octubre, se pide directamente que se deje sin efecto a la Resolución 44/2014.
“La decisión tomada por la Secretaría de Energía de la Nación en su Resolución N° 44/2014 permite avanzar con medidas que de manera negativa impactan en el sector productivo de bioetanol, en base a maíz y caña de azúcar”, explica en un primer momento el proyecto.
Luego, hace referencia a cuáles serían esos posibles impactos negativos: “Las modificaciones incorporadas para el cálculo del precio del litro de este biocombustible y su proyección en el corto y mediano plazo, hacen suponer el riesgo inminente de la pérdida de la estabilidad empresaria de este sector”.
Desde ya, la mirada desde este sector de la Cámara está fuertemente ligada a la defensa de los intereses de las empresas. Así lo argumenta el proyecto: “La medida, claramente perjudica a un sector de la economía que ha revolucionado en los últimos años la matriz de producción energética en nuestro país”.
“Con grandes y sostenidas inversiones se pusieron en marcha plantas industriales de primer nivel, con tecnologías de vanguardia y ambientalmente sustentables. En este sentido cambiar las reglas del juego, a un sector que recién se está consolidando, dificulta el proceso de crecimiento y desarrollo de eslabones claves en esta cadena de valor”, continúa la declaración.
Por otro lado, el proyecto analiza que la reciente Resolución adoptada por el organismo de aplicación podía complicar la intención original de lograr la suficiente producción de Bioetanol para alcanzar las necesidades de abastecimiento a nivel país y además generar un excedente para exportación. “Pensar un país como Argentina sin políticas claras de promoción, que incentiven el desarrollo agroindustrial vinculado a la producción de energía, es pensar un país sin oportunidad de progreso”, concluye el proyecto.
Argentina está produciendo anualmente una cantidad de bioetanol cercana a un millón de m3 anuales. Las empresas afines a la producción ven como positivo el aumento de los cortes, y ponen de ejemplo a países como Brasil, que ya alcanzó un 25 por ciento de bioetanol en las naftas.
Los beneficios, según los especialistas, están relacionados tanto a las condiciones ambientales como laborales y económicas. Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, incremento de mano de obra local, impacto en economías regionales a través de la sustitución de importaciones y mejoramiento en el balance de divisas, son algunos de ellos.
Para las empresas productoras, la resolución 44/2014 tiene su lado positivo en tanto sirva para incrementar las ventas y fomentar el desarrollo de la industria. Sin embargo, no deja de preocupar el nuevo esquema de precios, y se estima que con las nuevas modificaciones el valor resultante sufrirá importantes reducciones, que podrían desfavorecer la rentabilidad de las empresas