Con una inversión inicial de 8 millones de euros, See Algae Technology (SAT) iniciará en los primeros meses del año próximo la construcción de la planta adyacente a la fábrica de Vitória de Santa Antao, en Recife, en el primer proyecto del mundo con escala industrial para la fabricación de ese combustible alternativo.
La expectativa de la compañía, con sede en Viena, es iniciar las operaciones en el cuarto trimestre de 2013. La unidad tendrá capacidad de producción de hasta 1,2 millones de litros de biodiesel de algas por año.
“Estamos muy satisfechos con esa asociación. Encontramos en el Grupo JB la velocidad y voluntad de innovar que precisamos en ese segmento”, afirmó el director de SAT, Rafael Bianchini, a Valor.
Por contrato, SAT proyectará un campo de micro-algas y proveerá la tecnología de producción, a través de su asociada Dedini al Grupo JB, además de supervisar la instalación y garantizar su productividad inicial. La joint venture también dará a SAT acceso a la red de contratos comerciales del grupo pernambucano.
La producción de combustibles a partir de micro-algas es una apuesta de los investigadores para las nuevas generaciones de biocombustibles limpios, no provenientes de fuentes fósiles. Muchos países, incluso Brasil, estudian el sector desde hace algún tiempo. De rápida reproducción y buena productividad de aceite, se ven como una opción real alternativa al petróleo. Y cuentan con una ventaja imbatible: no entran en conflicto en la disputa por tierras agrícolas, una cuestión crucial para la seguridad alimentaria.