Un buen silo
Una vez que el cultivo ha llegado al punto de madurez óptimo para la cosecha, se deben tener en cuenta tres ítems principales para obtener un silo de alta calidad nutricional:
- Cosechar el cultivo tan rápido como sea posible.
- Evitar las pérdidas de cantidad y calidad del material.
- Acumular y compactar el forraje extrayendo todo el oxígeno que sea posible.
Veamos a continuación que características de las máquinas picadoras de forraje influyen en cada uno de éstos ítems y el modo en que podemos trabajar sobre los mismos.
Disponibilidad de equipos
El mercado argentino de picadoras ofrece dos alternativas para el trabajo, están las máquinas de arrastre y las gigantes autopropulsadas. Estas últimas son máquinas que claramente ofrecen una capacidad de trabajo sin igual y creciente en el tiempo gracias a la incorporación de tecnología. Pueden cortar hasta 7 u 8 hileras de maíz en cada pasada, procesando a su vez, entre 150 y 320 Tn/h dependiendo en primer lugar de la máquina y su estado de conservación así como del alistamiento, y también del estado del cultivo y la superficie del terreno. Una superficie muy irregular obliga a circular a menor velocidad de avance.
Los equipos de arrastre, en cambio no pueden procesar mucho más de 70 Tn/h de materia verde de maíz, y están mayormente en manos de los productores que prefieren asegurar el momento óptimo de corte y no arriesgarse a tener que esperar la disponibilidad del contratista, pero al mismo tiempo cultivan una superficie relativamente chica para la cual estas máquinas tienen un buen desempeño.
Cuando la superficie es importante, las variaciones que se producen en el cultivo con el transcurso de los días generan una pérdida de calidad del forraje a ensilar en la última etapa de su confección. Por ejemplo si se cuenta con un equipo maicero de dos hileras separadas a 0.7 m, aun trabajando 12 horas por día, se tardarán más de 20 días de trabajo en cosechar y picar un lote de 100 ha.
Resumiendo: debemos evaluar cuál de las dos situaciones podrá generar mayor demora en la finalización de las tareas. Conociendo la disponibilidad de equipos y la demanda de éstos en la zona, se puede decidir fácilmente la opción más conveniente.
Capacidad de trabajo
Más arriba mencionamos dos formas de evaluar la capacidad de trabajo de las máquinas picadoras. Por un lado hablamos de Tn/h de forraje procesado y luego del tiempo requerido para trabajar un determinado lote. La conocida expresión de la capacidad de trabajo en Ha/h.
No es casual que así sea, cuando hablamos de cosecha de forrajes debemos evaluar ambas. Esto debido a que la máxima velocidad de avance, estará determinada por la capacidad de corte y picado de la máquina y la cantidad de material producido por hectárea y que debe ser procesado por el sistema industrial, además del tamaño de partícula buscado.
Es decir que el límite de la máquina está definido por la capacidad de picado expresado en Tn/h. Por ejemplo en un lote de 50.000 kg/ha de maíz y una máquina que puede procesar 250 tn/h la capacidad de trabajo no podrá ser mayor a 5 ha/h. De hecho será algo menor por las pérdidas de tiempo propias del trabajo.