Para ello, siempre es recomendable consultar al veterinario de confianza que oriente al productor en materia de plan sanitario preventivo a aplicar, dado que él es la persona que conoce la inmunidad de base del rodeo.
En un rodeo típico de Cría de la Cuenca del Salado, con servicio estacionado de 90 días, los toros se encuentran en servicio y en muchos casos la yerra ya ha sido ejecutada o está programada para los próximos días; a la hora de encerrar los rodeos hay que tener en cuenta conceptos sanitarios sencillos que mejoran sustancialmente el manejo.
Es común que muchos productores unifiquen los trabajos a efectuar, haciendo varias maniobras de sanidad y yerra, en el mismo encierre de la vacunación de aftosa, pero esta práctica no es aconsejable. Lo ideal es encerrar la tropa unos días antes previo a la yerra, para prevenir los efectos indeseados que pudieran producirse durante la misma, pero y dependiendo de la escala con que se trabaja, resulta inevitable que en ocasiones se superpongan tareas.
Al encerrar un rodeo de cría en esta época, en caso de contar con instalaciones cómodas, se aparta la ternerada en un corral y las vacas y los toros en otro; de este modo, se podrán aplicar los productos en función de cada categoría sin temor a cometer errores.
Los animales adultos han sido vacunados contra enfermedades reproductivas antes de comenzar el servicio, de manera que en esta maniobra pueden tratarse con antiparasitarios externos (para repeler la mosca de los cuernos) y en algunas zonas un refuerzo de cobre inyectable.
En el caso de los terneros se debe prevenir la aparición de enfermedades clostridiales, parasitarias, respiratorias y queratoconjuntivitis.
Mancha, Gangrena y Enterotoxemia y las miasis, son algo así como los efectos colaterales de la yerra por lo que no deben pasarse por alto y sería ideal prevenirlas semanas antes de esta maniobra, con vacunas clostridiales polivalentes y antiparasitarios endectocidas (que cubren parásitos internos y externos). Además, primaveras húmedas con amplitudes térmicas pronunciadas (con días calurosos y noches frescas o frías) contribuyen a la aparición de enfermedades respiratorias en los terneros, puesto que aún no pueden regular su temperatura corporal con eficacia. Por último y de cara al verano que pronto comenzará, son los momentos en donde aparece la queratoconjuntivitis, enfermedad que también debe ser combatida en forma preventiva mediante la vacunación, aunque cabe mencionarlo, existen vacunas en el mercado que combinan respiratorias + queratoconjuntivitis.
De esta forma y en líneas generales, el esquema recomendado sería el siguiente:
Así, se tiene una idea sobre las enfermedades que se deben prevenir en forma de doble vacunación, esto es, aplicando la 2º dosis a cada una de ellas a unos 20 días de la primera aplicación. Una 3º dosis de refuerzo se puede pensar para el momento predestete. Existen además, alternativas a la hora de utilizar vacunas con vehículos acuosos u oleosos, combinadas, polivalentes y antiparasitarios con diferentes drogas, modos de acción, etc., todas cuestiones que no deben dejar de consultarse al profesional de cabecera para elegir la opción más conveniente.
Es preciso recordar además, que cualquier maniobra de vacunación debe hacerse sobre animales en buen estado de salud, descansados y bajo el menor estrés posible. Debido a ello, es recomendable entonces, movilizar los animales mediante un arreo suave, sin perros, alejado de las horas de mayor calor y con tiempo. Esto es, si la manga esta cerca del potrero, el encierre puede hacerse la noche anterior, para poder trabajar a la mañana siguiente bien temprano, en las horas más frescas; en cambio si el potrero de origen está alejado de los bretes, conviene ir arrimando el rodeo poco a poco.
Ya en la manga, es imprescindible respetar la cadena de frío a la hora de aplicar productos biológicos como las vacunas y mantener las jeringas y agujas limpias para prevenir otras enfermedades y complicaciones como abscesos post-inyección.
Deben registrarse también las maniobras realizadas, confeccionando planillas que contengan información tal como: productos aplicados (serie, lote y fecha de vencimiento de cada producto), cantidad de animales vacunados, lugar de aplicación de cada producto, hora de inicio y de finalización del trabajo, personal involucrado, potrero de origen de la hacienda, identificación del rodeo que se trabaja, entre algunas cuestiones a reportar.