La intención de los productores de incluir al maíz dentro de la rotación agrícola, debido a sus propiedades para mantener la fertilidad de los suelos con su aporte de carbono, entre otros efectos positivos, choca contra el negocio que hoy ofrece el cereal. El incremento de sus costos de producción, agravado por su bajo precio de venta y el efecto de las retenciones, hace inviable la inclusión del grano en el 75 por ciento de su área de producción, según afirma un estudio realizado por los Consorcios Rurales de Experimentación Agrícola (Crea).
“En el ciclo 2013/14, el maíz sólo es competitivo en el 25 por ciento de la superficie donde se puede cultivar, principalmente en zonas cercanas a los puertos o industrias. En el resto del país, la ecuación arroja resultados que no cubren los costos de producción y alquiler, cuando se alcanzan los rindes promedio de cada zona”, advierte el estudio económico.
Para la evaluación, el movimiento Crea consideró como promedios zonales los rendimientos obtenidos entre las cosechas 2007/8 y 2011/12, un precio a cosecha de 157,1 dólares por tonelada y una retribución al factor tierra a partir de los arrendamientos que se están negociando para la nueva campaña agrícola.
En el actual escenario, el mapa productivo del maíz sólo ofrece rentabilidad en el sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe, sur de Entre Ríos y norte y sur de Buenos Aires. En esas zonas, que según Crea representan sólo el 25 por ciento del área maicera nacional, el rendimiento para cubrir los costos se ubica 11 por ciento por debajo del rinde promedio zonal y brinda una utilidad para el agricultor.
Por su parte, los valores negativos (graficados en el mapa con los diferentes tonos de rojo) indican que en esas zonas el rendimiento necesario para cubrir los costos está muy por encima del promedio que es posible obtener. Según precisa el estudio, en la localidad salteña de Anta, por ejemplo, el rendimiento para cubrir los costos del maíz debería ser igual al de Marcos Juárez. En Carlos Tejedor (oeste de Buenos Aires), el maíz debería rendir 18 por ciento más que el promedio de las últimas seis campañas para cubrir los costos.
De las últimas seis cosechas con maíz en Moreno (Santiago del Estero), sólo en una los productores lograron equilibrar la relación entre los ingresos y los gastos. En las cinco restantes perdieron dinero.
El peso de las retenciones. A partir de estos resultados económicos, los productores de Crea advierten del crecimiento de la “agricultura centrípeta”, en la que quedan marginadas del cultivo las zonas alejadas de los puertos y las que tienen suelos de menor productividad.
Si bien en los precarios números que ofrece el maíz están incidiendo el aumento de sus costos de producción y la disminución de los precios internacionales, a partir de las expectativas de una cosecha de 350 millones de toneladas en Estados Unidos, la retención del 20 por ciento que tributa la exportación del cereal complica más la situación doméstica.
“Si en el país no hubiera derechos de exportación, los productores recibirían 188,5 dólares por tonelada en vez de 157,1. Con esa cotización, el maíz daría renta positiva con los rindes promedio de todas las zonas productivas, excepto en La Pampa, norte de Santa Fe y en las provincias del NOA”, precisa el informe. En el último mes, el precio del maíz en el mercado de Chicago cayó 34 por ciento. En 30 días, la cotización del cereal perdió 94 dólares.
182,87 dólares por tonelada
Cotización en Chicago. La buena evolución del cultivo de maíz en Estados Unidos está incidiendo en los precios del grano. Ayer cerró en Chicago a 182,87 dólares por tonelada, lejos de los 277,15 de un mes atrás.