En esta época empieza a instalarse la pregunta “¿Cuánto valdrán los arrendamientos este año?”. En la mayoría de los casos, el análisis parte del precio que pide el dueño del campo. En base a este precio, el ingreso esperado y los demás costos, se acepta ese valor, se negocian condiciones más favorables o se descarta el campo.
En un contexto de márgenes decrecientes, muchas veces se ha optado por alquilar una gran superficie aunque se tratara de alquileres “caros”, con la esperanza de que muchas hectáreas con un margen chico finalmente arrojaran en conjunto un resultado suficiente para sostener el funcionamiento y el crecimiento de la empresa. En muchos casos este mecanismo de compensación entre superficie y márgenes no funcionó del todo bien.
Para aumentar las probabilidades de un buen negocio, el enfoque para tomar decisiones de arrendamientos podría entonces ser diferente: partiendo del ingreso esperado, de los costos de producción (de cultivo y de administración) y de la ganancia buscada, determinar el máximo arrendamiento a pagar. Es una cuenta simple que puede constituir un buen punto de partida para luego hacer cálculos más sofisticados en caso de justificarse.
Arrendamientos 2014-2015
Sugerir en gabinete valores “correctos” de arrendamientos para la próxima campaña es imposible: existe un mundo de situaciones diferentes que no pueden ser reflejadas con un solo cálculo teórico. Ante todo, estos valores dependen de cada zona. Pero inclusive dentro de una misma zona existen ambientes diferentes, y dentro del mismo ambiente hay lotes con rotaciones y manejos diferentes, los cuales inciden en el rinde esperado y en los costos del cultivo (mayor o menor necesidad de fertilizantes, herbicidas, etc.). Esto también hace que cualquier comparación entre dos lotes -aunque sean vecinos- deba hacerse con mucha cautela.
Por otra parte, es posible también que existan factores adicionales al cálculo de un simple resultado económico que pueden justificar (o no) un mayor valor de arrendamiento. Por ejemplo, cuestiones estratégicas de escala, proximidad, integración a otro negocio, etc. Todo esto determina que finalmente cada uno deba sacar sus propias cuentas.
Sin embargo, sí se puede proponer un enfoque para encarar el problema. Calcular el saldo (ingreso bruto menos total de gastos excluyendo arrendamiento) para determinar cómo éste se puede repartir entre nuestra ganancia y la del dueño del campo (vía arrendamiento) nos parece el punto de partida para una buena negociación.
Si la evaluación se quiere hacer en términos de margen neto, a modo de ejemplo y con un valor de 300 US$/ton para la soja en mayo 2015, se pueden sacar algunas cuentas que se resumen en el cuadro 11.
Si por ejemplo se buscara una ganancia antes de impuestos equivalente al 15% del capital inmovilizado en labores, insumos y arrendamiento, los arrendamientos a pagar en base a los resultados del cuadro 1 se muestran en el cuadro 2.
Por supuesto, cuanto menor sea el rinde esperado o mayores sean los costos o la ganancia buscada, menor será el arrendamiento que se podrá pagar.
Cuadro 1: Saldo en US$/ha (ingreso bruto menos total de gastos excluyendo arrendamiento) para distintos rindes esperados de soja
Supuestos: Precio soja mayo 2015: 300 US$/ton; gastos de cosecha: 7.5%; gastos comerciales variables: 3.7%; gastos comerciales fijos: 29.59 US$/ton. Gastos proyectados en base a estimaciones propias de evolución de inflación y tipo de cambio.
Cuadro 2: Valores de arrendamiento (US$/ha) máximos a pagar para una ganancia del 15% sobre el capital inmovilizado (resultados válidos en función del cuadro 1).
(*) Capital total=labores, insumos y arrendamiento
Por otra parte, los valores del cuadro 2 son aproximados y en términos de valor esperado; sería siempre recomendable acompañar cuentas de este tipo con un análisis de sensibilidad o de riesgo. Considerando la variabilidad histórica tanto del precio como del rinde, se puede definir un intervalo probable de valores para las dos variables.
Considerando que faltan catorce meses para mayo 2015, una correcta estimación de probables precios y rindes implica un intervalo bastante amplio. Para la situación de un rinde promedio de 35 qq/ha, por ejemplo, podríamos definir un intervalo de entre 16 y 48 qq/ha. Dentro de este intervalo, donde no todos los valores son igualmente probables, se incluyen todos los posibles escenarios. Y para el precio se podría definir un intervalo entre 240 y 380 US$/ton2.
Con estos supuestos, el arrendamiento de 358 US$/ha que determinaría una ganancia promedio del 15% sobre el capital inmovilizado (ver cuadro 2), también generaría una ganancia menor al 0% con una probabilidad del 26% (1 de cada 4 años). Si en cambio se pactara un arrendamiento de 300 US$/ha, la probabilidad de perder plata bajaría al 16% (1 año de cada 6)3.
A modo de conclusión
Cada situación de arrendamiento es única y, como tal, debe ser evaluada a conciencia por quien toma la decisión de arrendar un lote. Sólo a partir de arrendamientos bien negociados lote a lote se podrá construir un buen resultado para la empresa en su conjunto.
La recomendación es no olvidarse de analizar el negocio en términos de cuánto se puede pagar para lograr la ganancia buscada, sin olvidarse que todo valor promedio es sólo indicativo, y existe aproximadamente un 50% de probabilidad de ganar menos del promedio (por supuesto, existe también un 50% de probabilidad de ganar más del promedio, pero eso no es lo que quita el sueño).
Ing. Agr. M.S. Ariadna Berger