Las operaciones de compra-venta de los campos productivos entró en la misma fase que las operaciones inmobiliarias de las grandes ciudades.
La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) aseguró que el sector vive una parálisis total en las operaciones y las razones para encontrar un parate total de la actividad se encuentran en el cepo a la adquisición de dólares, la inflación y los puntos no resueltos como por ejemplo la Ley de Tierras y las menores posibilidades de compra de extranjeros.
Según publicó el sitio de noticias Urgente24, la entidad de reciente creación tiene menos de un año de vida alertó sobre las dificultades existentes en la actualidad y la incertidumbre entre inversores y vendedores que no pueden disponer del instrumento de cambio para concretar sus operaciones inmobiliarias, lo que se traduce en una postergación de sus decisiones de compra y venta.
Sin embargo, el panorama positivo para el sector se revirtió debido a las restricciones a la compra de dólares, que se iniciaron gradualmente en octubre de 2011, y la aceleración de la inflación. Llegado este año y con medidas directas sobre el control de cambios, la moneda dólar de uso corriente en las operaciones rurales desde hace décadas comenzó a escasear, y tras ello la incertidumbre que eso provocó llegó a desembarcar en una parálisis casi total en la actividad inmobiliaria rural.
Mientras convoca a una asamblea ordinaria para el próximo 26 de octubre, desde la CAIR indicaron que la actividad percibe desde el primer trimestre del año un descenso importante, luego de una década de crecimiento económico y del pico que había registrado en 2011.
Desde la entidad que agrupa a las inmobiliarias del sector explicaron que las subas de los años anteriores se debieron, fundamentalmente, al alza mundial del precio de los granos, que hizo que mejoraran los precios de los alquileres de la tierra en la zona núcleo”la de mayor productividad.
A esta situación, la del alza internacional de los commodities, se le sumó que la aplicación y disponibilidad de nuevas tecnologías incrementó exponencialmente la productividad de los campos.
Esta nueva tecnología también se utilizó para la generación de nuevas zonas aptas para la producción. Así, según había dicho el coordinador del Programa Nacional Carnes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Daniel Rearte, en la última década, la agricultura se extendió alrededor de 16 millones de hectáreas.
En su gran mayoría, estas hectáreas provienen del corrimiento de la frontera agrícola en detrimento de la ganadera y la llegada de inversores extranjeros para comprar y desarrollar tierras especialmente en las zonas de la Pampa Húmeda.
Además, la gran inestabilidad y la endeblez del sistema financiero internacional que ofrecía tasas muy bajas o en algunos casos casi negativas, y alternativas poco confiables para su colocación han ejercido una tracción positiva de los precios, evaluó la entidad creada en 2011 y en la que participan los grandes brokers del país y que preside Roberto Frenkel Santillán Bullrich Campos y lo acompaña Cristian Beláustegui, Vicepresidente Cía. Argentina de Tierras.
Para Frenkel Santillán la tierra demostró ser un gran refugio de capital ante las crisis nacionales e internacionales.
Respecto de Ley de Tierras, Frenkel Santillán había dicho que no están en contra del proyecto pero remarcó que la Argentina necesita inversión extranjera, sana y que no sea extractiva, para generar desarrollo y riqueza en el interior del país.