Con tal motivo, dentro de la Cámara de Diputados de Chile se ha organizado una comisión de trabajo en la que se escuchó al director del Servicio Agrícola y Ganadero, Aníbal Ariztía y al gerente técnico de la Sociedad Agrícola Ganadera de Osorno, José Antonio Alcázar, quienes expusieron sobre el problema de trazabilidad de la carne y las observaciones de la Unión Europea.
El SAG cuenta con el Programa Oficial de Trazabilidad Animal, que mantiene la información de los bovinos que porten el Dispositivo de Identificación Individual Oficial (DIIO), desde su nacimiento hasta su sacrificio en el matadero. Sin embargo, la Unión Europea solicitó a Chile suspender las exportaciones de carne bovina debido a la mala aplicación del sistema de trazabilidad.
Osorno critica esto ya que “opera con un software básico, de reducida capacidad y que ha tenido errores debido a su digitación manual”. Añade además que el programa ha sido modificado en múltiples ocasiones, generando incertidumbre y costos a los productores, especialmente por la imposibilidad de poder exportar al mercado europeo.
Desde la oposición se criticó que el Gobierno chileno se había comprometido a solucionar esta situación el pasado mes de junio y “no vemos que esto vaya a ocurrir en el corto plazo”, según la diputada Alejandra Sepúlveda.
