Comencemos por decir que la ventana de aplicación de los herbicidas registrados para trigo corre desde presiembra hasta fin de macollaje. "La idea es que hacia el final de esta última etapa los temas vinculados con las malezas tienen que estar solucionados, más allá de que hay algunas opciones para aplicar superada esta ventana. Por eso se hace mucho hincapié en el uso de herbicidas residuales que estén incorporados a la hora de sembrar el trigo, de modo que el cultivo arranque libre de la competencia de malezas", advierte Pablo Belluccini, de la EEA INTA Marcos Juárez.
Pero antes de pensar en estos enemigos del rinde conviene poner el foco en la fitotoxicidad por empleo de graminicidas, sobre todo en los lotes que vienen de maíz, o ante una amplia presencia de maíz guacho, o bien gramíneas remanentes de verano, en que a la hora de aplicar el residual se pretende sumar algún graminicida. "Muchas veces se usan para controlar raigrás que ya empezó a nacer. Siempre hay que respetar cierta carencia, especialmente con fop o dim, que tienen una persistencia que puede perjudicar al trigo que sigue en la rotación; dependerá del ambiente". Como dato orientativo por cada 1 l de cletodim o 200 CC de haloxifop por hectárea se requieren 10 días de carencia. De todos modos, si se puede evitar el uso de estos graminicidas, mejor.
También hay que tener cuidado con la aplicación de hormonales cuando se usan fuera de la ventana recomendada, o dentro de la ventana de aplicación pero en dosis que no son las adecuadas. El problema se termina de evidenciar durante la espigazón bajo la forma de espigas deformadas con granos chuzos o vanos.
Enemigo número 1
Respecto de los herbicidas residuales para el control de raigrás resistente (Lolium Spp.), si bien hay graminicidas que andan bien para aplicar en post-emergencia del cultivo, hasta entonces esta maleza compite sobremanera por el nitrógeno (N) disponible con el propio trigo. "Por eso es importante tener algún herbicida incorporado a la hora de sembrarlo, de modo que vaya deteniendo el crecimiento del raigrás y que el N esté disponible solo para el trigo. Cabe recordar que la emergencia de raigrás en esta zona muestra un pico durante el mes de mayo".
Uno de los residuales que probaron es isoflex, 1.2 l/ha como presiembra. Controla raigrás y avena guacha, es muy selectivo con el cultivo de trigo y a la vez tiene una interesante persistencia a esa dosis. Si en el lote hay malezas de hoja ancha habrá que acompañarlo con algún otro herbicida, por ejemplo, terbutilazina, 1.5 l.
Incorporado en presiembra, piroxasulfone también controla muy bien raigrás. A una dosis de 180-210 cc es muy selectivo con el cultivo. Como el anterior, es un graminicida que necesita otro producto para controlar hoja ancha.
También preocupan
En cuanto a la mostacilla, Hirschfeldia incana, preocupa la velocidad con que coloniza los lotes, tiene una raíz pivotante importante y una vez que toma tamaño se hace muy difícil controlarla, sobre todo con herbicidas quemantes; termina rebrotando.
Belluccini cita un ensayo con flurocloridona como quemante, y MCPA +clopyralid como sistémicos, una mezcla de hormonales para atacar la parte aérea. "El control fue muy bueno y si luego de los 20 días aplicamos un quemante, la eliminación de la maleza es total. A la hora de elegir herbicidas para mostacilla hay que tener en cuenta el tamaño".
Parietaria debilis, conocida como ocucha, también está en el candelero. Terbutilazina y metribuzin tienen registro para esta maleza, previo a la siembra de trigo o como post emergente del cultivo, aunque interesa la primera opción.
Los cardos (Carduus acanthoides) resistentes a glifosato y 2,4 D ya son todo un problema en la zona. Se pueden usar herbicidas quemantes (pyraflufen, 150 cc) o sistémicos (picloram 150 cc + carfentrazone 75 CC). Al igual que la mostacilla, tiene una raíz pivotante significativa. Tener en cuenta que solo se lo considera controlado cuando está quemado por completo. Es importante la mezcla de quemantes con algún herbicida hormonal, en este caso clopyralid a una dosis de 150 cc.