China es otro hito del intento del gobierno argentino de retomar la presencia del país en los mercados internacionales. Ayer concluyó en Xian la reunión de ministros del Grupo de los 20 (G20) dedicada únicamente a la agricultura, y en la que participó el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, junto con representantes de empresas, entidades y cámaras del país.
Antes de la declaración ministerial del G20, que surgió en 1999 poco después de la crisis financiera asiática, Buryaile tuvo reuniones bilaterales con funcionarios de China, Brasil, la Unión Europea, Rusia y México entre otros países.
Según informó el Ministerio de Agroindustria, Buryaile abordó con su par de China, Han Changfu, la necesidad de incrementar la cooperación en comercio, tecnología e inversiones entre ambos países. El ministro chino se mostró interesado en los desarrollos que tiene la Argentina en agricultura y ganadería. Un ejemplo de eso, dijeron, es la fábrica de vacunas antiaftosa que Biogénesis-Bagó inauguró en China.
"Vemos a la inserción en el comercio internacional como estrategia para el desarrollo", dijo Buryaile en declaraciones a la agencia Télam.
Por otra parte, en la reunión que mantuvo con el nuevo ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, se coincidió en la necesidad de impulsar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, que lleva varios años de atraso.
Ambos ministros acordaron también expresar el interés de la Argentina y Brasil para que la Comisión Europea extienda la autorización al uso de glifosato, que vence a fin de este mes.
"Coincidieron que se debe priorizar el criterio científico en la legislación sobre el uso del glifosato", explicaron fuentes de Agroindustria.
La Comisión Europea tiene plazo hasta fin de mes para extender la aprobación del herbicida. Un grupo de países, encabezado por Austria, impulsa su restricción. "Hemos dicho que si las prohibiciones se extendían al comercio, se iba a provocar un serio daño en nuestros países", explicaron en Agroindustria.
En ese proceso de discusión, la Comisión Europea incluye las opiniones de terceros países. Buryaile se reunió con el comisario agrícola de la CE, Phil Hogan, de Irlanda, a quien le expresó el riesgo que supondría para los mercados internacionales y la agricultura mundial la prohibición del glifosato.
Esta posición también fue llevada por el ministro argentino en la reunión que tuvo con el director general de la FAO, la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, José Graziano da Silva. En este encuentro, además, se trataron temas sobre desarrollo agropecuario con el foco sobre la necesidad de reducir la pobreza y el hambre a nivel mundial.
Junto con la secretaria de Mercados Agroindustriales, Marisa Bircher, y otros funcionarios de la cartera, Buryaile se reunió con representantes de Rusia, México e Indonesia. "Son países con una alta demanda de productos que podemos proveer" dijo Bircher. Lácteos, carnes, frutas y vinos figuran en el primer puesto. "En algunos casos estamos presentes, pero en otros tenemos que negociar mejoras de acceso sanitario", dijo la funcionaria.
El sector privado tuvo un foro específico. Participaron, entre otros, los presidentes de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere; de Aapresid, Pedro Vigneau; de Aacrea, Francisco Iguerabide, y el director de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), Alfredo Paseyro.