Fuertes mermas se esperan para esta temporada en la cosecha de peras y manzanas de la región. Si bien todavía no hay datos oficiales sobre el tema y no habrá que esperarlos porque este año la Universidad del Comahue no realizará el tradicional pronóstico a fin de año (ver recuadro), el sector privado proyecta una caída interanual del 30% en los niveles comerciales de pomáceas.
Las principales bajas en el campo se están observando en la pera Williams y la manzana Red, que concentran el 70% de la oferta productiva del Valle de Río Negro y Neuquén.
Existen dos variables, entre otras, que dan cuenta de lo mencionado.
• Un año de baja producción general por el añerismo de las plantaciones. Esto se da especialmente en manzanas y para este año ya se esperaba un ciclo negativo.
• Las condiciones meteorológicas tampoco ayudaron al desarrollo de las plantas: bajas temperaturas y un alto grado de humedad (lluvias) determinaron en la primavera serios problemas en la floración y el cuaje.
A este contexto hay que sumar la crisis que sufre la actividad desde hace muchos años. Teniendo en cuenta que durante el año pasado se dejaron de cosechar, por los problemas de rentabilidad, alrededor de 350 millones de kilos de fruta y que no existen visos de una mejora inmediata para la actividad, para la temporada que se avecina los números de pérdida de fruta comercial no serán muy distintos.
Las empresas ya anticiparon que mantendrán su política de no comprar a terceros (productores) y sólo comercializarán su fruta. Esta conducta dejará fuera del mercado cientos de millones de kilos que no tendrán una salida comercial.
También en gran número las empresas entregaron las chacras que tenían alquiladas a productores y sólo cerraron este año un nuevo contrato las que terminaron acordando pagar ínfimos valores por los arrendamientos.
Por otra parte, son miles las hectáreas que quedaron sin podar en el invierno y seguramente muchas de ellas no podrán contar con el seguimiento sanitario necesario para llegar a la cosecha y que esa fruta puede ser colocada en las góndolas locales y externas.
En definitiva, se espera que sólo la fruta de calidad tenga posibilidades en los mercados en fresco y respecto de las peras y manzanas con estas características habrá que esperar poco volumen para el año que viene.
Las proyecciones del sector privado dan cuenta de que para este año se estima comercializar en fresco (mercado interno y exportación) alrededor de 750.000 toneladas, entre peras y manzanas. De continuar la tendencia que muestra el mercado, desde el punto de vista productivo y macroeconómico habrá que esperar que este volumen caiga a un piso histórico de 550.000 toneladas.