El economista Carlos Melconian estrenó 2013 coqueteándole a la política, muy cerca del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri. Entre partidas de naipes, admitió su candidatura a diputado por el PRO en Buenos Aires. Aunque reconoce ser “nuevito” en la política, ya compitió en 2007 como candidato a senador por la Capital. En la macro, de novato no tiene nada. En ese terreno, uno de los gurúes más consultados de la City porteña adelanta que 2013 arranca con una economía estancada, y un consumo basado en la emisión, “la gran salvadora del agujero que tiene el fisco”. “Van seis trimestres de estancamiento.
En términos de los componentes del PBI, está muy afectada la importación y la exportación, derrumbada la tasa de inversión y ‘positivito’ el consumo, para distinguirlo del ‘positivazo’ que supo tener o el negativo de 2009. Pero no es un consumo producto de una economía vigorosa, sino basado en una espectacular emisión de moneda que no tiene aire keynesiano en el sentido estricto de la palabra, sino que es el financiamiento de un agujero que tiene el fisco y que está destinado a sueldos, jubilaciones y subsidios. Es un déficit fiscal financiado con emisión monetaria, que una noche por el super chino pasa, que una noche por el shopping pasa, pero no constituye un factor sustentable”, comienza la charla con APERTURA.
¿Cómo se sale de esta situación?
Dependerá de si se corrigen los factores que metieron a la economía en el “parate”. El Gobierno pone un enorme énfasis en la crisis internacional, que no ha impactado en el país. Los factores que generaron esto son una crisis cambiaria por fuga de capitales y desconfianza, que tuvo una respuesta inadecuada que fue el control de cambio; una crisis fiscal que tuvo una respuesta inadecuada, la reforma de la carta orgánica para, en lugar de corregir el desvío, seguir emitiendo; una crisis energética que, tras siete años de caída de la producción de petróleo y de gas afloró, y que se fue sustentando a través de subsidios e importación de energía; y una crisis de competitividad que, cuanto más PyME y más regional, más se hace sentir. En los últimos años, el aumento de los costos o la inflación fue fuerte: en cinco años, el incremento fue de 200 por ciento, el aumento salarial sindicado otro tanto, y la tasa de devaluación del 60 por ciento. Ahí se produjo un problema de competitividad que hasta ahora no ha tenido respuesta, más que una protección importadora. Y podríamos poner como el problema más reciente el de la deuda, en donde, a mi gusto, hay un exceso de triunfalismo pero que falta dirimir.
¿Qué chances hay de revertir estos cinco problemas?
Mi impresión es que, por falta de voluntad, por falta de diagnóstico o por ideología, no vamos a la reversión. ¿Cómo se sustentan, entonces, los pronósticos que anticipan un 2013 mejor que el 2012? Hay dos elementos exógenos: la cosecha y Brasil. De ahí parte la hipótesis que agrega dos puntos a la economía. Por eso, los que decimos que el crecimiento dio cero en 2012, creemos que la economía dará dos, dos y medio o tres puntos; y los que dicen uno y medio o dos, anticipan un cuatro o cuatro y medio. No existe el impacto de otro tipo de evento porque la economía está entregada a una inercia, porque suponen que funciona bien, porque no tienen cómo, o por un razonamiento ideológico.
Un economista en la política. Melconian aceptó ser candidato del PRO.
¿Cuáles son las políticas contracíclicas?
La tarjeta del jubilado, el crédito hipotecario por bolillero, los recursos de la ANSeS... No hay política keynesiana contracíclica, hay emisión monetaria de agujero fiscal, y esa es plata que va a la calle. Los cines facturaron 30 por ciento más en 2012 que en 2011, pero cuando dividís actividad con inflación te da 30 puntos de inflación. De hecho, los electrodomésticos no facturaron ni siquiera 25 por ciento más porque los precios no subieron tanto. Es decir, las facturaciones de 2012 estuvieron más vinculadas a un factor inflacionario que a volumen. Aun más, espero para 2013 que otros factores negativos extra con repercusión tarde o temprano en la economía, como es la escalada en el mercado paralelo de cambio, no terminen restando. En ese caso, aún ese dos y medio, tres por ciento del PBI generado por mejor cosecha y Brasil se vería debilitado por este resurgimiento de este mercado informal de cambio que el Gobierno ignora, so pretexto de que es un mercado chico o que es por las vacaciones. Habría que estar atento a esto.
¿Cómo ve, en concreto, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo?
Siempre dije que se generaría. Me preocupa su existencia y cómo la ignora el Gobierno. Respecto al número al que llegará, no tengo idea.
¿La soja es la gran salvadora?
Está claro que en este circuito la soja juega un rol preponderante. Es un producto que ha multiplicado por tres su precio, es abanderado de la exportación en la Argentina. No tiene el rol del petróleo en Venezuela pero… Y además ha multiplicado su cosecha. Hace varios años, una soja a U$S 500 era la factibilidad o posibilidad abierta a ser un país distinto que buscaba su desarrollo, que mejoraba su infraestructura. Hoy, la soja a US$ 500 se convirtió en una droga o sostén para evitar un colapso. Cuando hablo de la droga como factor que evita un colapso estoy haciendo referencia a la caja fiscal o cambiaria. La soja no perdió protagonismo como recaudador fiscal de caja pero su verdadero factor anti colapso se concentra en el mercado de cambios, porque genera una gran oferta de dólares. Si bien es un papelón haber entrado a un control de cambios con esta oferta de dólares, ha jugado un rol protagónico para evitar un colapso mientras había fuga, y para evitar una espectacular brecha cambiaria. Sólo la soja posibilitó que el comercio exterior argentino lleve varios años con dígitos positivos. El milagro de estos tiempos es la aparición de la soja. Le ha dado un lugar a este Gobierno que no sólo no creía en ella, sino que también la atacó. Pueden hacer mil macanas sobrellevando la situación sin colapsar. Esto no explota por la soja. Si preguntás si Barcelona es Messi, la respuesta es no, pero Barcelona sin Messi… La soja para la Argentina es más que Messi para el Barcelona. Basta fijarse que gran parte de la escalada de esta brecha cambiaria es porque habría que esperar hasta marzo a que aparezca la soja. No sé si es así, pero imagínense sin soja.
¿Puede haber una corrección cambiaria?
Con el tiempo es ineludible. Con 25 por ciento de suba de precios anual, qué otro milagro puede haber que no sea corregir el cambio. Lo que pasa es que lo hacen de la peor manera, con los salarios corriéndola de atrás. Ahora el Banco Central se propone devaluar al 20 por ciento anual, y el 20 por ciento es menos que la inflación y no corrige el desfasaje de los últimos tres o cuatro años. Es como que le pregunten cómo se siente: usted responde mal y le digan que no va a empeorar. Usted le va a decir: “No, pero yo no puedo seguir así…”.
¿Espera un aumento del gasto en un año electoral?
Probablemente sí. La secuencia es: hasta la salida del verano no hago nada porque tengo la inercia del gasto y la emisión, después viene la cosecha, y después políticamente hay que ver qué busca la elección. Todo indica que el modelo del Gobierno es jugar a la re-reelección o a la consolidación por escrito o profundización del modelo en la Constitución a lo Chávez, a lo Evo (Morales) o a lo (Rafael) Correa, que han corregido sus constituciones en contenido para lograr no sólo la eternización del gobierno, sino la del modelo. Acorde a esto, es factible esperar un tsunami de gasto antes de la elección.
En estas condiciones, ¿resistirá el Banco Central?
El Banco Central está debilitado en su balance, se preocupa porque en el flujo se generen divisas para pagar la deuda. Tienen en claro que subir las reservas en forma permanente es imposible con control de cambios, y se está viendo. Creo que el premio consuelo es que no les caigan…
¿Cómo ve la situación pos elecciones?
Aun con Messi (en referencia a la soja), la transición 2014-2015 es un evento conflictivo. En algún momento de la instalación de candidatos con chances para 2015 habrá un punto de inflexión. La pregunta es cómo es el ajuste desde la elección hasta la instalación de candidatos que inspiren confianza, porque a partir de ese momento son los propios candidatos a venir los que le ponen el valor al terreno de la esquina. Pero, en el interregno, no sabemos si el terreno va a valer más o menos.
¿Cómo imagina a la Argentina del futuro?
Desde el razonamiento histórico del país, viene un periodo diferente al de esta década, que va a intentar un equilibrio entre las dos últimas décadas pero que debiera parecerse mas a lo que está haciendo Latinoamérica de la buena. De todas formas, el mundo va a jugar un rol preponderante sobre lo que importa para la Argentina, como los commodities y la tasa de interés.
¿Qué puede hacer hoy con su dinero quien tiene un excedente de pesos?
La Argentina es un cúmulo de heterogeneidades. Hoy, el ahorrista en pesos no tiene destino de su ahorro. No tiene crédito porque es un país de alta capacidad de ahorro, pero no hay en qué ahorrar. Cuando veo que algunos de los integrantes de este Gobierno creen que autoritariamente los van a hacer ahorrar... Dicen que no habrá fuga de capitales y piden que inviertan en YPF. La gente en algún momento va a desconfiar, como les desconfiaba a los Segba o a los Entel. El otro día veo a algunos funcionarios criticar a las compañías por los cortes de luz. Hacen populismo y demagogia. Y si bien todas las empresas tienen algún grado de deficiencia, hay que pensar que hace 10 años que están estancadas en sus tarifas. Digo esto como ciudadano, no como profesional ni lobbista ni representante de nadie... Acaso, ¿cuál es la diferencia entre Segba y las actuales compañías? Que estas todavía pagan los sueldos. Muchachos, en algún momento va a haber que ordenar la Argentina.
Volviendo a la pregunta, ¿por qué no hay alternativa de ahorro?
Este país no tiene alternativa para el ahorro, básicamente, por la tasa de inflación local. Para ganarle hay que conseguir una alternativa que dé más de 25 por ciento anual, y la verdad es que no hay. Cuando la gente ha preferido al dólar fue como refugio. Es más, no le importa si no sube. Ese es su razonamiento made in casa...
¿Qué es más factible, que el Gobierno abandone este modelo o que Racing (su club) salga campeón?
Será más fácil que Racing salga campeón.